A dos años de la masacre, reabren el aula de la escuela de Patagones

El aula de la escuela de Carmen de Patagones en la que un estudiante mató a balazos en 2004 a tres de sus compañeros e hirió a otros cinco será reabierta formalmente mañana, refaccionada y convertida en sala de reuniones. Así lo informaron las fuentes educativas del establecimiento Islas Malvinas.

El inicio de la remodelación arrancó con la pintura de las paredes –que, hasta hace poco, estaban cubiertas con graffitis de los mismos alumnos, en alusión a la tragedia– el cambio del piso y la ampliación de las aberturas, para darle mayor luminosidad al lugar en donde se desarrolló la tragedia.

También se instaló en el lugar un sistema informático con capacidad para desarrollar teleconferencias. Por su parte, la inspectora del distrito, Raquel Incaminato, informó que “todas la tareas se hicieron con el consenso y acompañamiento de los chicos del tercero B –los sobrevivientes de la masacre– y con el objeto de reincorporar ese espacio al uso común del establecimiento”.

Este año, los chicos que fueron testigos directos de la tragedia, que formaban parte del curso atacado, terminarán sus estudios de la escuela media, con lo cual ya no deberán concurrir más a la Islas Malvinas. “El lunes próximo será el acto formal de egreso de todos los terceros años del polimodal y en ese momento se despedirán de la escuela los alumnos que fueron protagonistas de aquella jornada tan triste”, agregó la docente.

Por su parte, la directora del colegio, Adriana Roumec, anticipó que “mañana habrá un encuentro con los alumnos, sus papás y docentes. Tendrá carácter privado, tal como nos lo pidieron los mismos estudiantes”.

El aula, ubicada en el pasillo lateral izquierdo del edificio, permaneció clausurada desde la tarde del fatídico 28 de septiembre de 2004, cuando un adolescente identificado con el apodo de “Junior” atacó a disparos a sus compañeros, de los cuales mató a tres e hirió a otros cinco chicos.

Aquel día, después de que una cuadrilla municipal borró los impactos de los balazos en las paredes y las manchas de sangre en el piso, los compañeros de los chicos muertos y heridos ocuparon el sitio, en señal de desagravio. Así, taparon con pintura en aerosol los vidrios de las ventanas, cubrieron las paredes con graffitis en contra de Junior y guardaron la llave de la única puerta del aula. Ahora, será reabierta.