SOCIEDAD

A un año del derrumbe de Villa Urquiza

Dos de las sobrevivientes recuerdan el trágico hecho que dejó tres víctimas fatales.

La cantidad de escombros dificultó el trabajo de los bomberos.
| Juan Ignacio Roncoroni

Somos Maria José y Alejandra Rutilo, hermanas, víctimas y sobrevivientes del derrumbe del gimnasio de Villa Urquiza, ocurrido el pasado 9 de agosto de 2010.


Así empezamos nuestra carta el año pasado. Ahora la continuamos con otras vivencias, sumándose personas al agradecimiento, muchas de ellas ya incorporadas a nuestra vida cotidiana: El equipo que nos atiende por nuestro estrés pos-traumático del hospital Alvear, los médicos de la rehabilitación de Maria José, los abogados, y muchas personas desconocidas que se fueron solidarizando a lo largo de nuestra situación de sobrevivientes. De más está mencionar a nuestros familiares y amigos a esta lista, ellos son presencias permanentes e incondicionales.
 
Seguimos sosteniendo que nos hubiera gustado que el resultado sea mas equitativo: todos vivos, festejando cada mes el reencuentro y nuestros nuevos cumpleaños el 9 de Agosto. 

Y llegó el 9 de Agosto.

El balance no fue tan parejo como esperabamos. Nuestras vidas cambiaron mucho, se agregaron miedos, llantos, inseguridades, tristezas.

 Un año de vida casi paralizado por el temor a cualquier ruido, a pasar por debajo de las obras en construcción, al olor a humedad de las demoliciones de las casas, al ulular de las sirenas, a los ruidos, y lo peor de todo, el miedo a recordar la experiencia, que se agiganta al momento de dormir. Pero dispuestas a seguir hacia delante, a seguir con lo nuevo que nos toca. Porque estamos vivas.

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Dicen que cuando te compras un coche azul, lo único que ves por la calles son coches azules. Nosotras decimos que la cantidad de obras en construcción se multiplican diariamente, o ¿será que siempre estuvieron? ¿Será que no las veíamos por que no nos interesaban los coches azules?

Hoy vimos una cámara de televisión cubriendo una nota en un jardin de infantes, en Villa Urquiza. Denunciaban grietas en una de sus paredes: La obra descomunal que estan edificando en el terreno lindero, las está generando. Seguimos caminando con miedo, e inevitablemente, nos remontamos, abstraida cada una en su pensamiento, al 9 de Agosto.

Sabemos que las cosas no volverán a ser como antes, cada beso y abrazo que no damos con mi hermana Maria José es volver a salir de abajo de los escombros, es abrazar a nuestros tres compañeros Maxi Fede y Lu y recordarlos como cada dia que los veíamos en el gimnasio, con sus rutinas cotidianas.
Y llegó el 9 de Agosto. Los padres y familares de nuestros compañeros deberán armarse de valor y saber que seguirán sumandose los aniversarios, deberán aprender a convivir con eso, sin ellos.

Nosotros deberemos aprender a convivir con la tristeza, fobias, angustias y dolores físico, con la sombra del sobreviviente sobre nuestras cabezas y conscientes de lo que quedo enterrado en Mendoza y Triunvirato a las 16.10 hs hace justo un año.

Lo que sí hace un año no imaginábamos era que gente como Miguel Ledesma, (quien iluminó la cara de Maria José con la linterna después de cuatro horas de estar enterrada y la rescató) mi bombero Guido, que los rescatistas de Saavedra, la Policia Federal y Metropolitana, los bomberos de Belgrano y Urquiza la guardia de Auxilio, el SAME que nuestras psicólogas, psiquiatras y kinesiólogas existían y serían tan importantes de ahora en adelante en nuestras vidas.

Cada palabra de esta carta son un homenaje a nuestros tres compañeros, a sus familias y a las familias de los once supervivientes, y a los 14 que estuvimos a punto de morir.

 

Por eso no queremos quedarnos en la queja. Queremos el progreso de la ciudad, bien hecho, con controles, multas, castigos, clausuras, todo es bienvenido si sirve para evitar otra tragedia.



Nuestros compañeros murieron por que la indiferencia mata. Esperamos que los indiferentes paguen.

 

(*) Sobrevivientes del derrumbe del gimnasio de Villa Urquiza.

Alejandra Marcela Rutilo DNI 17.331.176
Maria José Rutilo DNI 23.372.150