SOCIEDAD
Preocupacin en el conurbano

Alerta por nueva modalidad delictiva: los secuestros de ‘alta gama exprés’

Duran pocas horas y son ejecutados por bandas que se dedican a entraderas.Marcan a sus víctimas por suvehículo y pidencifras importantes.

El padre de Carlitos Tevez, entre las víctimas
| Cedoc

Es tarde, a la noche. Suena un celular. Del otro lado, se escuchan gritos y una voz amenazante: “Tengo a tu hijo secuestrado, si no pagás, lo mato”. No es un secuestro simulado. El hombre no miente. Pero tampoco es un secuestro clásico, en el que, tras varios días de inteligencia, una banda dedicada a ese tipo de delitos investiga los movimientos de su víctima y espera el momento indicado para el golpe. Esas organizaciones cuentan con un lugar acondicionado para cautiverio, que puede durar semanas hasta lograr el botín.

Este tipo de secuestros, en cambio, son “al voleo”, duran pocas horas y son ejecutados por bandas que, generalmente, se dedican a las entraderas. Improvisan si ven la oportunidad circulando en un vehículo de alta gama por zonas no muy transitadas y con poca o nula vigilancia, lo interceptan y toman como rehén al conductor y lo “pasean” hasta que logran un trato.

Debido a estas características, la policía no llega a intervenir, son los familiares quienes negocian con los captores. Son muy violentos. Las cifras que piden superan los cincuenta mil pesos.
Aunque esta modalidad es frecuente en Morón, Haedo, Ituzaingó y Castelar, también se da en otros puntos del conurbano.

Esta modalidad, al mismo tiempo, se diferencia de los secuestros exprés, en los que los delincuentes toman personas como rehenes y los llevan a recorrer cajeros y, luego, los liberan.
Si bien el pico de secuestros de “alta gama exprés” se dio el año pasado y la cantidad de casos descendió tras la captura del padre del futbolista Carlos Tevez, “la modalidad continúa vigente” y se ha convertido en “habitual”, según reveló un fiscal federal a PERFIL.

“Registramos este tipo de secuestros hace dos años y, pese a que hubo varias detenciones y varias bandas fueron desbaratadas, no se han eliminado. Generalmente, los miembros de estas organizaciones son jóvenes y las víctimas no hacen la denuncia rápido por lo que no hay intervención de la policía”, argumenta.

“Hace tres meses, secuestraron a mi hijo. Escuchamos sus gritos, sabíamos que no mentían porque llamaron de su celular. Lo golpearon mucho. Llamamos dos veces al 911 pero no nos dieron respuesta. Fue mi marido el que negoció el rescate con los secuestradores”, relata una terapeuta que prefirió no dar su nombre por temor a represalias. “Lo interceptaron en la colectora de Autopista del Oeste, en Ituzaingó. Eran cinco delincuentes armados que iban en otro auto, se subieron cuatro al de mi hijo y lo pasaron al asiento de atrás. Mientras estuvo secuestrado, quisieron tomar a otra persona como rehén y ponerlo dentro del baúl. No lo pudieron hacer porque el hombre pudo escaparse y, mientras nosotros negociábamos, él fue a hacer la denuncia a la comisaría”.

El caso ocurrió hace tres meses, pero hace 15 días, la familia volvió a conmocionarse cuando  un amigo de ese joven también fue secuestrado con la misma modalidad. Esa familia también debió entregar una gran suma de dinero para que fuera liberado.

“Los delincuentes deciden en el momento qué hacer. Ven un auto que está entrando a una casa y, pueden cometer una entradera o llevarse a la persona cautiva”, indicó el funcionario judicial. El vehículo que conducen las víctimas funcionan como anzuelo.

En esa zona, también secuestraron al abogado Luis Rappazzo. Ocurrió en febrero, cuando el padre del fiscal Matías Rappazzo llegaba a su casa de la avenida Sarmiento con su Mercedes-Benz 220. Cuatro ladrones armados, que circulaban en una camioneta robada, lo capturaron y golpearon. También llamaron a su familia desde su celular. Lo liberaron tras el pago de un rescate.

En abril de 2014, el productor teatral Ariel Diwan fue sorprendido en Castelar cuando circulaba en su auto con sus hijos. Según trascendió en ese momento, tras dos horas de negociaciones, sus allegados entregaron 50 mil pesos a los secuestradores.


Más casos en la zona sur

En la zona sur del conurbano bonaerense también se registraron varios secuestros en los últimos meses.

El 7 de abril la esposa y el hijo de un empresario fueron secuestrados en Lanús, por una banda que consiguió cobrar un rescate de 45 mil pesos. Los captores pidieron 300 mil pesos pero finalmente tuvieron que conformarse con una cifra menor.

La semana pasada el chofer del viceministro de Justicia, Julián Alvarez, pasó por la misma experiencia. A Gustavo Cayetano Maside lo capturaron en avenida Hipólito Yrigoyen y Riobamba, cuando circulaba a bordo de su Peugeot 408. Al igual que el caso anterior, los secuestraron lo liberaron sano y salvo cuando cobraron un rescate, cuyo monto no se dio a conocer.