Cuatro entrerrianos denunciaron haber sido utilizados como “conejillos de india” para un programa sanitario impulsado por el gobierno venezolano, donde además, le habrían realizado mala praxis, según sus propios testimonios.
Se trata de cuatro ciudadanos de la ciudad entrerriana de Diamante, que se inscribieron para ser operados de la vista en Venezuela, en el marco del plan Misión Milagro, que impulsa ese gobierno junto al cubano (que puso a disposición médicos especializados de su país), y en el que se realizan intervenciones quirúrgicas a personas que no tienen recursos, de modo totalmente gratuito.
Siete meses después, los pacientes denuncian que su visión está en peores condiciones que antes de operarse, que no recibieron la atención médica necesaria, que los atendieron médicos practicantes y dicen que fueron víctimas de la mala praxis, según publicó hoy el sitio local El Diario . “Nos usaron como conejillos de India”, se quejó Miguel Antonio Arellano, quien se operó del ojo izquierdo con el que actualmente casi no ve y está perdiendo progresivamente la vista del derecho. Por eso, están iniciando acciones legales y han planteado una demanda en el Juzgado Federal de Paraná. Un oculista de su ciudad que lo revisó constató que todavía le quedaba un punto de sutura en el ojo.
En total, fueron 84 las personas argentinas que participaron del programa. Los cuatro entrerrianos que hicieron la denuncia, contaron que a penas regresaron comenzaron las complicaciones. “A mí me operaron y al otro día ya estaba viajando de vuelta. Me trajeron en una combi desde Ezeiza hasta casa”, recuerda Arellano. Y agrega: “Nos trataron como conejitos de la India. Me duele el ojo izquierdo, que es el operado y estoy perdiendo la visión del otro. No me sacaron los puntos y la carnosidad que se formó ya tapó la sutura”, aseveró.
Ahora, tiene que someterse a una nueva operación, lo más pronto posible, pero dice que no dispone del dinero necesario para hacerlo. “Nadie nos vino a ver, no tuvimos ningún tipo de control”, se quejó. Y, a pesar de que les habían asegurado que serían tratados por “profesionales de primera línea”, Arellano tiene la sospecha de que en realidad los que operaron eran “médicos residentes”.
Por su parte, el oftalmólogo que atendió a los perjudicados, Fabián Oliva, explicó que el problema fue que los pacientes no tuvieron un seguimiento y control postoperatorio. “Las cirugías algunas eran mejores que otras pero lo que pasó fue que no tuvieron atención post quirúrgica”, manifestó el profesional.
En tanto, el abogado que inició las acciones legales, Adrián Barsanti, aseguró que tiene pruebas de “errores producidos en la operación como puntos de nylon olvidados, desgarros en el iris y mala colocación del lente”. Y explicó: “El programa Misión Milagro es un convenio entre la Embajada de Venezuela y los Cascos Blancos. Todavía no sabemos qué responsabilidad le cabe al Estado argentino”.
Barsati destacó además que las críticas de las asociaciones de oftalmólogos están guiadas, precisamente, a que “no hay un seguimiento post operatorio y la mayoría de los cirujanos son residentes”.