Argentinos viajan al Mundial en bicicleta, casa rodante y colectivo

Ocho son de Boca, dos de River y uno de Independiente, pero dejan de lado su amor por la camiseta para compartir una pasión más grande: la de la selección nacional. Son de Paraná, Entre Ríos, y se conocen desde hace veinte años.

Compraron un colectivo para convertirlo en el motorhome en el que viajarán a Brasil. Así nació Mundial Andando. “Somos como las hormigas, laburamos juntos y cada uno hace su aporte. En el grupo hay de todo: contadores, abogados, comunicadores, buscavidas. Somos amantes del fútbol y nos apasiona encarar sueños entre amigos”, cuenta con euforia Juan Martín Alfieri (30). El equipo lo completan Juan Pablo Noriega (34), Santiago Alfieri (32), Álvaro Gabas (28), Diego Bevilacqua (31), Maximiliano Rodríguez Paulín (27), Nicolás Almeida (31), Augusto Ramos (26), Luciano Armando (35), Lionel Ruggia (31) y Luis Saxer (50).

La idea nació con el asado casi listo. “Fue en 2012, estábamos hablando de cómo ir al Mundial. Uno de los chicos propuso comprar un colectivo, y arrancamos”, cuenta Juan Martín. Durante todo ese año buscaron colectivos por la zona hasta que consiguieron un Mercedes-Benz ’94 a 65 mil pesos. Lo compraron en cómodas cuotas y lo acondicionaron, con la ayuda de muchos de los proveedores de materiales, que se involucraban con su sueño.

El grupo partirá de Paraná el 7 de junio con destino a San Pablo, para estar el día de inauguración. Están tranquilos y entusiasmados porque ya probaron el colectivo en un viaje a Tilcara, Jujuy. Aseguran que repetirán la experiencia en 2018, en el Mundial de Rusia.

“Creo que en ese caso sumaremos otro micro para las esposas y los hijos”, dice divertido Alfieri.
Santiago Lyons, Maximiliano Domínguez, Francisco Rosenberg y Nicolás Padilla son compañeros de la primaria y hace seis meses anunciaron que irían a Brasil. Desde ese momento, comenzó la cuenta regresiva. “Uno puso el auto, otro consiguió las entradas para ver hasta la semifinal y los demás buscaron una casa rodante. Ahora nos falta guardar la parrilla y el mate, y tenemos todo listo para irnos”, resume Nicolás, un licenciado en publicidad amante del fútbol, que viajó por el mundo siguiendo a Boca. La casa rodante les costó 50 mil pesos y la bautizaron La Casona del Messias.

“En Río de Janeiro se sumarán otros amigos que también viajaron a Sudáfrica. Llevaremos la misma bandera que hace cuatro años, y esta vez volveremos campeones. Con un Papa argentino y Messi, la copa tiene que ser nuestra”, asegura.

Los compañeros de estudio Nicolás Páez (26) y Román Delía (27) se lanzaron a la aventura. Uno es de Cipolletti, Río Negro, y el otro de Rojas, Buenos Aires. Se conocieron en la Universidad Tecnológica de Córdoba, en donde terminaron la Licenciatura en Seguridad e Higiene. Allí, Nicolás le contó a Román sus ganas de viajar por Latinoamérica. Lo que empezó como una charla se concretó al comprar un Citroën Ami 8, modelo ’75. Partirán rumbo a Brasil, y después del Mundial seguirán hasta México. “Llamamos esta travesía Ami América Voy, un viaje que nos hará crecer, y esperamos tomar contacto con muchísima gente”, expresa Román. Su aventura se asemeja a la de los Diarios de Motocicleta, pero en cuatro ruedas y con varios partidos de fútbol de por medio. “No planificamos demasiado cómo nos arreglaremos con el dinero. Nicolás es artista callejero y yo me doy maña como mecánico, encontraremos la manera”, cuenta Román.

Otro proyecto mundialista surge en Mar del Plata, impulsado por dos amigos que viajarán en bicicleta. Uno de ellos, Sebastián Guida (33), cuenta la travesía a través de su fan page Pedaleando a Río 2014. La idea es recorrer los 3.500 kilómetros en tramos de ocho horas diarias, llegando a destino un mes después. Salen el viernes próximo camino a San Pablo. “Será inolvidable, no podíamos perdérnoslo”, afirma.

Juan Martín, de Mundial Andando, resume el espíritu de todos los viajeros: “Somos amantes del fútbol que queremos compartir con amigos un gran momento”.