Agencias
Un vigilador privado de 50 años fue asesinado de un balazo en la cabeza, tras salir en defensa de un vecino al que estaban asaltando en la puerta de una vivienda de la localidad bonaerense de Castelar.
Una vecina del lugar, que fue testigo del hecho, sufrió un paro cardíaco horas después y falleció.
El hecho ocurrió pasadas las 22 del viernes en la intersección de Pedro Goyena y Los Indios, cuando un hombre que salía con su automóvil Audi negro de su casa fue interceptado por cuatro delincuentes que intentaron robarle el vehículo.
Al tratar de detener el asalto, el vigilador Pedro Valenzuela, que trabajó 15 años en el vecindario, murió sin poder defenderse porque no tenía armas.
A Valenzuela le dispararon desde un auto Toyota y murió en el lugar, antes de que pudiera ser asistido. Según relató un jefe policial, no llegó a acercarse al auto que robaban, ya que fue ejecutado antes de llegar.
El vecino asaltado resultó ileso, y los delincuentes escaparon sin cometer el robo a bordo del Toyota, también robado. Los investigadores analizaban diferentes cámaras de seguridad del barrio, aunque se determinó que en la cuadra no hay ninguna. En el lugar del crimen, un compañero de trabajo del vigilador asesinado dijo a la prensa: “Vi a mi compañero tirado en la calle, lo balearon por la espalda. Lamento mucho lo que sucedió con él”.
Una mujer, de nombre Silvia, contó que una vecina “falleció al rato de la muerte del vigilador debido a un paro cardiorrespiratorio”, porque al escuchar los disparos “salió de su casa y se encontró con el cuerpo tirado en la calle”. Según fuentes policiales, no está confirmado que su muerte tenga relación con el crimen, ya que la mujer tenía antecedentes cardíacos.
Los vecinos dijeron que Valenzuela era un hombre muy querido en el barrio, cercano a la estación de Castelar. El hecho se produjo seis meses después del crimen de Gustavo Galiano, custodio de la diputada Juliana Di Tullio. El cabo fue asesinado en Rauch al 2900, a pocas cuadras del lugar donde mataron a Valenzuela.
