Los afiliados de prepagas están pagando hasta 150 pesos en cargas adicionales a las prestaciones; un claro aumento, pero encubierto. Sucede que las clínicas, sanatorios y hospitales privados de Capital y Gran Buenos Aires comenzaron a cobrar estos adicionales por algunos servicios, porque aseguran que las prepagas no actualizan sus aranceles, mientras que las prepagas aseguran que es el Gobierno el culpable, ya que no las autoriza a subir las cuotas de los afiliados.
El aumento encubierto -que para los expertos de Defensa al Consumidor es una violación del contrato entre la empresa y el afiliado- comenzó a concretarse hace algunas semanas, luego de que en septiembre se conociera que las prestadoras iban a recortar los servicios a los afiliados de las prepagas. Ahora, para algunos de ellos, los afiliados tienen que pagar extra, a través de los famosos “copagos”, que van desde 15 pesos hasta 150 por día, informó el diario Clarín.
"Dadas las infructuosas negociaciones emprendidas para obtener una actualización arancelaria con algunos financiadores nos vemos en la necesidad de cobrar copagos", dicen los carteles que algunos sanatorios o clínicas ya instalaron en sus recepciones. En agosto, el Gobierno frenó una suba del 12% que las prepagas anunciaron a partir del 1° de septiembre, para sumar luego un ajuste del 7% en diciembre. Y, por esa razón, las prestadoras dicen que no pudieron cubrir los aumentos de los costos de este año.
Según algunas prepagas, consultadas por Clarín, son pocos los establecimientos que están cobrando copagos. "Con la factura en mano le reintegramos en el día el dinero a todos los afiliados", aseguró el empresario Claudio Belocopitt, de Swiss Medical. "Son 3 ó 4 clínicas que afectan a unos 1.000 afiliados sobre un total de 600.000", señala por su parte el director médico de Galeno, Eduardo Caballo.
