Las farmacias no daban abasto, esta mañana, para atender la creciente demanda de barbijos, reclamada por muchos porteños para hacer frente a la densa humareda que desde hace días acosa a la Ciudad. Sin embargo, autoridades sanitarias recalcaron que este implemento no tiene utilidad en esta situación.
Varias farmacias agotaron su stocks rápidamente, y la gente debió, en algunos casos, recurrir a vendedores ambulantes, por ejemplo en Retiro o en otros puntos de alta concentración, donde se cobra hasta 2 pesos el barbijo cuando en los negocios habilitados no superan los 50 centavos.
En la calle se veía esta mañana a muchas personas utilizando ese elemento aséptico; otros echaron mano a recursos más caseros, como pañuelos o bufandas, para hacer frente a la densa cortina de humo.
Fuente: DyN