SOCIEDAD
misa de san cayetano

Bergoglio, por una patria "sin exclusiones ni discusiones"

El cardenal habló ante miles de fieles que, como todos los años, se congregaron en el santuario del patrono del trabajo.

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| Tlam

El arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Bergoglio, exhortó hoy a construir una patria "sin exclusiones ni discusiones", que contemple a quienes "no roban ni se pasan de vivos, o viven del trabajo de los otros", al presidir misa por San Cayetano.
Ante miles de fieles congregados en el santuario porteño dedicado al santo del pan y del trabajo, el primado argentino rogó para que "nuestro barrio, nuestra ciudad, nuestra patria sea un lugar de todos y para todos".

Bergoglio, al concluir la homilía, convocó a los miles de fieles a rezar la oración por la Patria, que el Episcopado argentino acuñó en plena crisis de 2001-2002, en la que se invoca a Dios para un compromiso por los más pobres y el bien común.

El purpurado entabló una suerte de diálogo con los devotos, que por miles se acercaron a Liniers, a quienes les recordó que Dios es "el único que puede convocar a construir un lugar para todos", porque, subrayó, "no se compra ni se vende y tampoco se deja coimear".

Tras explicar que el santuario de San Cayetano fue construido "con la fe y con la mirada limpia, sin egoísmo", aseguró que como tal es "un lugar para todos, construido con el trabajo lleno de amor de todos los trabajadores y trabajadores de la patria".

"Esos que se levantan cada día y trabajan, esos que vienen a pedir la gracia de tenerlo, que no roban sino que trabajan. Los que no se pasan de vivos y viven de lo que pruduce el trabajo de otros, sino que trabajan ellos", aseveró.

Bergoglio insistió en que una patria "sin exclusiones ni discusiones" se edifica "compartiendo", pero advirtió que si se excluye a Dios, "todo se convierte en objeto de compraventa" y "ni aun la Patria es lugar para todos". En su homilía durante la misa principal, el primado destacó la presencia de miles de peregrinos en San Cayetano, porque esa expresión popular "renueva la fe y la esperanza una vez más".

"Volcá en Jesús (a través de la intercesión del santo) tus penas, contale tus sueños, encomendale tu familia, tu pan y tu trabajo, rogá por todos, confesale tu amor, pedile perdón, dale gracias", sugirió el arzobispo.

En otro momento, Bergoglio preguntó a los devotos si la Iglesia, en general, y el santuario, en particular, era un lugar para todos, tanto buenos y malos, y la respuesta fue un sí rotundo de la gente. Y acotó: "Acá no se echa a nadie por ser malo, todo lo contrario, se lo recibe con más cariño".

Al finalizar la misa, Bergoglio bendijo a los fieles y recorrió las largas filas de peregrinos que, a lo largo de casi 20 cuadras, esperaban acercarse hasta la imagen de San Cayetano para pedir y agradecer trabajo, o rezar para poder llegar a fin de mes con el magro salario.

Fuente: DyN