El escritor argentino Marcelo Birmajer habló luego del asesinato del rabino Rubén Birmajer en Israel, a manos de terroristas: "Los palestinos que mataron a mi hermano son los hitlerianos que mataron a la familia de mi abuelo", aseveró.
“Muchas gracias a todos por reunirse y homenajear a mi hermano querido, los rabinos con completa autenticidad, con el corazón, derramaron lágrimas de corazón, esas lágrimas no estaban preparadas, es un consuelo para la familia, ustedes y nosotros”, indicó Bermajer en una ceremonia para despedir a su familiar, según consignó el sitio judío de noticias Itongadol.
Del encuentro participaron amigos, alumnos, rabinos y familiares, la embajadora de Israel, Dorit Shavit, el presidente de la AMIA, Tamas Saieg, el presidente de la DAIA, Ariel Cohen Sabban y el expresidente de la AMIA Guillermo Borger.
“Muchas gracias a todos por reunirse y homenajear a mi hermano querido, los rabinos con completa autenticidad, con el corazón, derramaron lágrimas de corazón, esas lágrimas no estaban preparadas, es un consuelo para la familia, ustedes y nosotros”, expresó a los presentes.
“Ay, hermoso hermano, no eras el hermano del famoso escritor, no es así, yo era el hermano del rabino, siempre lo dije así, Marcelo era el hermano del rabino Reuvén”; agregó.
“¿Quién lo mató? Lo mató Amán, lo mató el Faraón. Pero sobre todo lo mataron los nazis, son los nazis, los que quieren extinguir al pueblo judío. No hay ningún conflicto territorial, no tienen ningún problema político. No hay nada que hayamos hecho mal en la Tierra de Israel, creamos el mejor país del mundo, Israel es el mejor país del mundo, el más humano, el más culto, el más liberal, el más respetuoso de sus minorías, es lo mejor que le pasó al siglo XX, es el país donde más paz debería haber en el mundo”, manifestó el guionista.
“Los palestinos que mataron a mi hermano, son exactamente los hitlerianos que mataron a la familia de mi abuelo, no hay ninguna diferencia. Es una guerra de los idólatras contra el pueblo de Israel.¿Y por qué nos odian?”, prosiguió.
“Nos odian porque amamos el conocimiento, nos odian porque queremos libertad para todo el mundo, nos odian porque queremos que cada persona tenga un nombre, nos odian porque queremos educar a nuestros hijos, nos odian porque respetamos a las mujeres, nos odian porque respetamos a los distintos, nos odian porque queremos vivir en paz. Son los únicos motivos por los cuales nos odian”.
“La masacre de Hebron fue mucho antes que existiera el Estado de Israel, antes de que hubiera un pie en Gaza y Cisjordania masacraron a judíos con cuchillos, igual que ahora. No cambió nada, ni va a cambiar hasta que no destruyamos al nazismo contemporáneo que es el fundamentalismo islámico; hasta que los hombres libres de la tierra no se unan y decidan derrotar al fundamentalismo islámico, nos van a seguir acuchillando por las calles”, añadió Birmajer.
Además, el escritor definió en sus palabras lo que representó en su vida Rubén.
“¿Quién era mi hermano? Además de lo que ustedes conocieron, era un gran lector como mi padre de la Segunda Guerra Mundial, todas las semanas hablábamos por teléfono y hablábamos de Churchill, de Eisenhower, de los héroes que habían liberado al mundo, de Ben Gurion, de Itzjak Rabin, de Moshe Dayan, de nuestro admirado Ariel Sharon. Todas las semanas le dedicábamos algunos minutos a hablar de política internacional. Mi hermano era un fanático de Rocky Balboa y uno de los últimos diálogos que tuvimos, fue que teníamos mucha expectativa de la nueva Rocky, que se va a llamar "Creed", que es el contrincante de Rocky”, precisó.
“Pasó algo extraordinario, sabíamos que venía mi cuñada a visitarnos a la Argentina, hace 20 días. Hacía dos años que Eduardo, como nosotros lo llamábamos, Reuven como ahora todos lo conocemos, no venía a la Argentina y no lo veíamos. No sabíamos y vino de sorpresa, hace 20 días vino de sorpresa”, sostuvo.
“Mi hijo había sufrido un accidente muy grave, pero él no lo sabía, y vino de sorpresa. Y pasó, mi hijo estaba bien, estaba con problemas pero muy bien, pero él pasó y lo saludó y con una sonrisa a mis hijas y todo comenzó a mejorar. Pasó sin avisar, vino de completa sorpresa y se volvió a Israel. Vino a despedirse. Vino a dejarnos su bendición y a despedirse”, relató el argentino.
“Nuestro pueblo es el pueblo del libro. Yo trabajo únicamente con la palabra. ¿Qué hacemos cuando no hay palabras?. ¿Qué hacemos cuando no importan las palabras, cuando nadie sabe qué decir?. Mi único consuelo, ínfimo, es que mataron a los dos asesinos. Se hizo justicia”, manifestó.
“Hay un país en el mundo donde no se puede asesinar a judíos impunemente, ese es mi consuelo. Gracias por el homenaje a Reuven, gracias por mantener su sabiduría. Mi obligación para con él es tratar de estar lo más cerca de mis sobrinos y tratar de entenderlo cada vez más y acercarme más a él”; concluyó.