SOCIEDAD
en el bajo flores

Boxeadores, músicos y una ópera para hablar de violencia de género

El Barrio Rivadavia del Bajo Flores fue escenario ayer por la tarde de una intervención artística diferente: boxeadores y boxeadoras de un club de barrio se mezclaron con músicos y cantantes líricos para interpretar la obra Il combattimento di Tancredi e Clorinda, de Claudio Monteverde, abordando y resignificando la temática de la violencia de género, desde una ópera del siglo XVII.

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Ayer, en escena. Los intérpretes junto a las boxeadoras del club del Barrio Rivadavia, elegido para escenificar la obra. | ópera periférica / Alejandro Held

El Barrio Rivadavia del Bajo Flores fue escenario ayer por la tarde de una intervención artística diferente: boxeadores y boxeadoras de un club de barrio se mezclaron con músicos y cantantes líricos para interpretar la obra Il combattimento di Tancredi e Clorinda, de Claudio Monteverde, abordando y resignificando la temática de la violencia de género, desde una ópera del siglo XVII.

La iniciativa fue del grupo Opera Periférica, que desde 2015 viene realizando intervenciones de este tipo en distintos espacios de la Ciudad, con el objetivo de acercar la ópera a los vecinos, y llevarla a espacios no convencionales; un gimnasio, un tren, un galpón, un playón. Además de sumar siempre la participación de los vecinos  de cada lugar adonde van, que no suelen ser el público habitual de los teatros, y en muchos casos es la primera vez que escuchan una ópera.

“La obra que elegimos  en este caso cuenta el enfrentamiento entre un hombre y una mujer, en el que muere la mujer en manos del hombre. Me interesó interpretarla para hablar del tema de violencia de género, y rescatar la fuerza que va teniendo tanto el discurso como el lugar que tiene la mujer en la sociedad. Hay un femicidio en la pieza,;por eso nos interesaba resignificar la obra”, cuenta Pablo Foladori, director de Opera Periférica.

La obra cuenta con tres personajes: Tancredi, Clorinda y un narrador, a quien, explica Foladori, “trabajamos teatralmente desde un género no binario, así podíamos sumar la problemática de los géneros fluidos también a la discusión”. Así, los músicos y cantantes interpretaban sus partituras, mientras los boxeadores le ponían el cuerpo a la personificación del relato.

No fue la primera vez que la temática de género estuvo presente. Hace pocas semanas habían utilizado otra ópera, también del siglo XVII, para hablar de educación sexual integral. Allí, justamente, el espacio elegido para la intervención fue una escuela porteña, donde llevaron la interpretación de la obra La Calisto, escrita por Francisco Cavalli en 1651, a más de dos mil alumnos.

Dicha obra se basa en La metamorfosis de Ovidio y observa cómo desde la mitología se abordan cuestiones que aplican para ESI, como la mirada y la perspectiva de género, y el deseo, entre otros.