“A determinadas enfermedades que marcan a las sociedades, siempre se les atribuyen similares causas y significados. En el siglo XV, ocurrió con la peste; en el siglo XVII, con la sífilis; durante los siglos XVIII y XIX, con la tuberculosis. Ahora, ese lugar lo ocupa el cáncer”. Bajo esa premisa, el oncólogo Ernesto Gil Deza, del Instituto Henry Moore, da cuenta de ocho mitos que circulan en torno de la enfermedad y que hacen que se la comprenda poco y se le tema mucho.
Esas falsas creencias son las que explican, por ejemplo, la abundancia de las llamadas “terapias alternativas” que, con nulas o endebles pruebas científicas, se presentan como salvadoras. “El pensamiento mágico debe ser evaluado con criterio. En el siglo XXI, debería pedirse evidencia científica; si no, actuamos del mismo modo ciego en que los medievales lo hacían ante la peste”, reclamó el especialista.
Y disparó: “ Entre el 50% y el 80% de los enfermos de cáncer recurren a lo mágico. Lo cual puede ser útil para el estrés o para favorecer cierta meditación, pero algunas de estas medicinas no tradicionales pueden ser muy peligrosas”.
En concreto, Gil Deza hace referencia a aquellas que introducen sustancias en cuerpos que ya tienen las defensas disminuidas. Y aunque dice que no se debería rechazar a priori ninguna de estas posibilidades, sí habría que exigir debidamente las pruebas.
Los otros siete. Según describió el experto, el primer gran mito es que el cáncer mata sí o sí, y que el diagnóstico pone al paciente de cara a la muerte. “Lo cierto es que con ese nombre se hace referencia a 270 nfermedades distintas, algunas altamente curables y otras no”, aclaró.
La segunda creencia asegura que no hay forma de prevenirlo. “Cuando te toca, te toca”, suele comentarse con resignación. “No es así”, aseguró el médico. Y agregó: “Si bien es cierto que a veces las causas son oscuras, algunos tipos tienen causas evidentes como ocurre con el cáncer de pulmón o el cáncer de colon en personas con dietas pobres en fibras”.
Tercer mito: el cáncer es incurable. “No es cierto. Hay que estar atentos a posibles signos, como hallar sangre en esputos o en materia fecal, nódulos en las mamas, o perder peso de un modo injustificado para poder actuar a tiempo”.
El cuarto mito dice que la quimioterapia es terrible y pocos la pueden soportar. Para Gil Deza, ya no es tan así: “Se han logrado buenas tasas de recuperación con bajo nivel de agresividad”, señaló.
Para el oncólogo, el mito número cinco es que la enfermedad mata en poco tiempo. “Pero lo cierto es que, en cáncer de mama y próstata, aún con metástasis, se puede vivir mucho tiempo”, informó. En cuanto a que el cáncer duele, Gil Deza señaló que “no siempre es así: algunos no provocan dolor como los tumores germinales o el cáncer de piel”.
Por último, la creencia de que “el cáncer tiene un origen psicológico” todavía tiene una dudosa resolución.
“La verdad es que aún no hay pruebas de la supuesta relación entre problemas o pérdidas graves y la enfermedad. Podría ser, pero también hay que tener en cuenta que si aparecen tumores a los 70 años, se ha vivido lo suficiente como para haber sufrido lo suficiente y, entonces, resignificar el pasado”.
Por Martin De Ambrosio- Diario Perfil.