SOCIEDAD
hoy en el skatepark de lugano

Cantantes líricos y skaters realizan una ópera sobre ruedas

Es una propuesta de la Compañía Opera Periférica, que ya hizo otras puestas en el subte y en la Villa 31. Vecinos del barrio se suman al proyecto y debutan como actores.

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Ensayo. La companía presentará una versión moderna que incluje DJ, de Venus y Adonis, una ópera del 1600. | cuarterolo

Magui Méndez (26) sueña con ser actriz. El año pasado hizo su debut en la puesta en escena de La Serva Padrona, una obra del 1700 adaptada por la compañía Opera Periférica, que busca llevar la ópera a espacios y públicos no tradicionales: en ese caso, la puesta fue en el playón central de la Villa 31 de Retiro, barrio donde vive Magui, que junto a otros vecinos se sumaron al proyecto de Pablo Foladori.

“No sabía que me gustaba tanto la actuación hasta que lo hice. Es una sensación de adrenalina linda, porque son obras más improvisadas, en espacios no convencionales, que combinan ópera con música urbana, está buenísimo”, cuenta Méndez. Hoy a las 19.30 volverá a subirse al escenario en una nueva obra, esta vez, un skate park en Lugano, en el sur de la ciudad, donde Opera Periférica realizará su última intervención del año, con una obra del 1600, Venus y Adonis (John Blow, 1683). En el “escenario” habrá, además de los cantantes líricos y músicos de orquesta, raperos, un DJ de música electrónica y skaters profesionales y del barrio, que le darán movimiento a la performance.

“Veníamos trabajando el concepto de movimiento, viendo cómo un objeto tan tradicional como es la ópera podía despegarlo de cierta tradición. En la Noche de los Museos lo hicimos arriba de un camión, y ahora sumamos a los skaters. Se nos ocurrió sumar deportes representativos de un público más joven, porque la idea del proyecto es ganar nuevo público y acercar gente joven”, cuenta Foladori, que ya viene realizando intervenciones en varios espacios del sur porteño, como el Barrio Piletones y Piedrabuena, la Villa 31 de Retiro y en transportes públicos, como subtes y trenes.

Hoy participarán cinco skaters profesionales, tres patinadoras de rollers, y vecinos del lugar que se sumaron, algo que Foladori busca en cada encuentro. “Van a patinar chicos del barrio que entrenan en el skatepark. Todo pasa en la pista, la gente se sienta alrededor y ve el espectáculo como si fuera una performance. Otra de las novedades de esta intervención es que va a ser como una ópera electrónica, como hicimos en La Noche de los Museos con una obra de Mozart”, agrega.

“A nosotros nos convocó la Federación Argentina de Skateboarding, y como también tengo un proyecto musical intervengo con un rap en una parte de la obra”, cuenta Juan Pablo Restivo (32), “Moskito”, uno de los skaters que hoy dará movimiento al escenario.

Lo que se busca, en definitiva, es generar sensaciones a partir de contrastes; desde el sonido del cello en un skatepark, hasta sumar nuevas tecnologías, para que la ópera  tenga más contacto con la realidad. “Se convierte en un objeto multidisciplinario donde participan muchas artes al mismo tiempo”, aporta Foladori.

Desde que empezaron con los ensayos los vecinos se acercaron para ver de qué se trataba y  varios se fueron sumando. La idea es romper con la idea de que la ópera sea un género musical considerado para un público selecto. Así lo explica Foladori: “Quizás pueda existir reticencia del público más tradicional, pero cada vez hay más espectadores e incluso cantantes líricos me preguntan por el proyecto. Algunos me decían: ‘Esto a Mozart le hubiera gustado’, aunque es imposible saberlo”.