El defensor del Pueblo de la Nación, Eduardo Mondino, advirtió hoy en Suiza que "la estructura penitenciaria argentina convierte a los internos en ciudadanos de segunda categoría".
Mondino habló ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas reunido en Ginebra, donde exhibió una crítica situación del sistema carcelario del país.
El ombudsman nacional presentó el Informe sobre Cárceles en Argentina que realizó la Defensoría junto al Observatorio Internacional de Prisiones, donde se describe la situación de los detenidos que ven vulnerados sus derechos más esenciales.
El Informe -que se realizó durante 2005 y parte de 2006- reflejó las condiciones de vida en los establecimientos penitenciarios de las provincias de Buenos Aires, Mendoza, Corrientes, Córdoba, Salta y Río Negro, y la de Villa Devoto, en la Capital Federal. Allí se denuncia que la sobrepoblación carcelaria estimada es de 14,5 por ciento sobre un total de alrededor de 63.000 presos; sólo 39 por ciento tiene condena efectiva; la cantidad de infectados por SIDA es de 4,5; y al momento de ingresar a la cárcel se registró que 37 por ciento estaba sin trabajo.
Mondino caracterizó la violencia en las cárceles como "manifestación concreta de la vulneración de los derechos humanos y el hacinamiento en los penales como fuente de inseguridad, entre otras falencias que presenta el sistema".
También destacó "la falta de políticas de integración que, a través de la educación y la enseñanza de oficios, capitalicen la experiencia carcelaria más allá del mero encierro".
"Vivimos un verdadero contrasentido jurídico que, por acción u omisión, no cumple con el principio de sostener la inocencia hasta que se demuestre lo contrario", remarcó Mondino.
Fuente: DyN