La futura construcción de un complejo de torres de lujo en la zona de Catalinas Sur puso en estado de alerta a los socios y autoridades del Darling Tennis Club, la centenaria entidad deportiva ubicada en La Boca.
El desarrollo del proyecto Catalinas Sur II, virtual prolongación de Puerto Madero en la Ciudad, afectará casi una hectárea del tradicional club, ubicado en Brasil 50. De concretarse, se verán afectadas tres canchas de tenis, una de fútbol y el estacionamiento.
“Queremos que se respete la Ley Nacional 27.098, que promociona el desarrollo de clubes de barrio. En su artículo 18, exige expresamente que se asegure el derecho a la propiedad para aquellos que tengan sus sedes construidas sobre terrenos fiscales, tal como ocurre en nuestro caso”, asegura Daniel Calabrese, presidente de la entidad, próxima a cumplir 100 años.
Proyecto. Hace un mes, la Legislatura porteña aprobó en primera lectura el proyecto de ley que impulsa un cambio en la zonificación de las parcelas que abarcará el proyecto edilicio. Se trata del polígono comprendido por la plaza Maestro Quinquela, una sede de Vialidad Nacional y un depósito de hidrocarburos.
Para llevar adelante el proyecto, la Ciudad deberá cambiar la zonificación del terreno para que puedan construirse torres de entre veinte y treinta piso de altura.
Según pudo averiguar PERFIL, la Ciudad recaudaría unos US$ 20 millones con esa operación inmobiliaria. Si bien la idea es que allí se erijan inmuebles residenciales, no se descarta el desembarco del sector corporativo, lo cual determinaría que el lugar se convirtiera en un nuevo polo de inversión inmobiliaria.
El próximo 7 de noviembre se realizará la audiencia pública, paso previo necesario para la aprobación final de la iniciativa presentada por el gobierno porteño. “El oficialismo tiene mayoría en la Legislatura, por lo que prevemos su aprobación. De suceder, vamos a presentar un recurso de amparo o pedir una cautelar”, adelantó Calabrese.
“Nosotros pagamos US$ 1.200 por mes a la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), situación que no ocurre con otros predios concesionados que no pagan por el uso de tierras fiscales. Hasta tenemos una garantía constituida en dólares por ese alquiler”, agrega Calabrese.
Desde la AABE, señalaron que vienen realizando reuniones con los responsables del club para encontrar una solución al problema. “La idea es que la entidad no se sienta afectada por la venta de esas tierras fiscales y, a su vez, que se pueda desarrollar el proyecto”, aseguraron fuentes del organismo estatal.
Una de las soluciones que ofrece la Nación es la reconstrucción del área comprendida por el proyecto en otro sector del club. “No es una posibilidad viable. Para hacerlo se tendría que destruir la mayoría de los árboles que tiene el predio”, señaló por último el presidente de la entidad. “Estamos dispuestos a negociar pero sabiendo que tenemos derechos sobre esos terrenos”, señaló por último el presidente de la entidad.
