Parecía un cuento de hadas. Sin embargo, tres años después del inicio de la relación, el matrimonio formado por la modelo Lorena Ceriscioli y el joven emprendedor Tomás Costantini -hijo de Eduardo, el multimillonario inversor que desarrolló el complejo Nordelta y es propietario del museo MALBA- amenaza con transformarse en el más escandaloso divorcio de los últimos años.
En exclusiva, la revista Noticias accedió en Tribunales a las demandas que el martes 7 y el miércoles 8 presentó Ceriscioli contra su marido. La primera, por divorcio, fue presentada en la Justicia Civil y augura un reparto de bienes millonario. La segunda es una demanda en lo Comercial por "disolución de sociedad y daños y perjuicios".
La top model le reclama a Constantini 390.000 pesos por su participación en la agencia de modelos Prémula, que forjaron juntos en el 2006, e insta a su ex pareja a que acepte su carácter de socia de la empresa, lo que, según ella, no está acreditado en los papeles.
Ceriscioli no ahorra adjetivos para descalificar a su ex. Lo acusa de haber sido ególatra, alcohólico, frívolo, contradictorio, caprichoso, con ansias de figurar y desinteresado por el trabajo. Y asegura que le fue infiel con modelos de su propia agencia.
El golpe más duro, no obstante, tiene que ver con una cuestión epistolar: una carta documento recibida por Costantini de la madre de una modelo de la agencia que es menor de edad, y que, según la mujer, fue "acosada sexualmente" por el empresario.
(Más información, en el nuevo número de la revista Noticias)