Durante 2020 se registraron 82 víctimas fatales a causa de un siniestro vial en la Ciudad de Buenos Aires, lo que representa respecto al año anterior 20% menos de fallecidos. Ahora, desde el gobierno buscan, en 10 años, reducir 50% las muertes por siniestros fatales.
La circulación durante 2020 llegó a cifras históricas que se registraron exponencialmente durante los primeros meses de pandemia y afectaron a todos los medios de movilidad: se presentó una fuerte baja en los viajes en transporte público —que hasta ahora se encuentra restringido para esenciales— y una suba exponencial de los viajes en bicicleta, que crecieron de 320 mil viajes diarios en 2019 a 405 mil en 2020 (27%).
En este sentido, los meses con mayor cantidad de casos fatales fueron enero, febrero, noviembre y diciembre; períodos del año donde no hubo ASPO y se midió mayor presencia de vecinos en las calles. En la distribución según días de la semana se observa que los días martes, jueves y sábado reúnen casi el 60% de las víctimas fatales. Pero también, registra el informe, durante los meses que se extendió el aislamiento preventivo se registraron incidentes viales que tuvieron que ver, sobre todo, con exceso de velocidad.
"El año 2020 modificó la forma en que nos movíamos y esto tuvo un claro correlato en los niveles de siniestralidad de la Ciudad. Pero también nos presenta un gran desafío, que es acompañar las nuevas decisiones de movilidad de los vecinos con más infraestructura para ciclistas, controles a conductores, capacitación a choferes profesionales y un mayor compromiso ciudadano”, explicó Juan José Mendez, secretario de Transporte y Obras Públicas de la Ciudad de Buenos Aires durante la presentación del segundo Plan de Seguridad Vial porteño.
“Que haya mucho menos flujo vehicular no significa que las personas respeten más las normas. Al haber menos vehículos en la calle los conductores tienden a acelerar más, o no respetar los semáforos en rojo. Cuando eso pasa, puede registrarse un mayor número de incidentes viales y de mayor gravedad en los que la velocidad es un claro factor de riesgo implicado”, detalló el organismo a cargo de Mendez.
Cómo fueron los siniestros viales en 2020
La tasa de mortalidad de la Ciudad fue de 2,9 fallecidos cada 100.000 habitantes y se encuentra por debajo de las observadas a nivel nacional. También se destaca como una de las tasas de mortalidad más bajas de las principales ciudades de Latinoamérica.
En relación al tipo de usuario fallecido, todos registraron menos víctimas fatales. La mayoría fueron peatones (43%), seguidos por los motociclistas (35%), ocupantes de automóvil (16%) y ciclistas (6%). En suma, casi nueve de cada 10 fallecidos en siniestros viales eran usuarios vulnerables de la vía (motociclistas, peatones y ciclistas).
Con respecto al cambio durante la pandemia se observa que los viajes en bicicleta se incrementaron 27% (en 2019 se hacían 320 mil viajes anuales y en 2020 405 mil), mientras que la tasa de fallecidos tuvo una baja.
Los siniestros de tránsito siguen siendo la causa principal de muerte en jóvenes. El 54% de las víctimas fatales tenían entre 25 y 54 años de edad; mientras que el segundo grupo es el rango etáreo de 15 a 24 años. La edad promedio de los fallecidos es de 44 años.
En cuanto al género; ocho de cada 10 víctimas fatales fueron de sexo masculino.
Los siniestros mortales más prevalentes son los atropellos peatonales (el año anterior habían sido las colisiones entre automóviles-motos).El automóvil es el principal involucrado en las muertes de peatones, antes de los transportes de pasajeros y las motos.
La mayor concentración se produce los martes por la mañana-tarde, los jueves por la tarde-noche y los sábados por la mañana-tarde.
Respecto de las vías en las que ocurrieron, 6 de cada 10 víctimas se registraron en avenidas. Si bien la av. General Paz sigue siendo la vía con más víctimas por km, redujo un 54% sus fallecidos desde 2015. Finalmente, las mayores tasas de fallecidos por km2 se observaron en las Comunas 1, 2, 7 y 15.
Plan de Seguridad Vial 2020-2023: 50% menos de víctimas fatales a 10 años
El nuevo plan se diseñó bajo el paradigma Visión Cero, y contó con la revisión y apoyo de la organizaciones de familiares de víctimas en siniestros de tránsito (Madres del Dolor, Activvas, Conduciendo a Conciencia, Red de Familiares de Víctimas de Tránsito) y organizaciones nacionales e internacionales (Bloomberg, WRI, Vital Strategies, Cesvi, FIA, ISEV, OPS, SAME, Adisiv, AUSA y Ovilam).
Además de la reducción de víctimas fatales, se busca para 2023 aumentar los controles de alcoholemia de 300 mil a 400 mil conductores, superar 95% uso del casco en moto (hoy 83%) y del 80% del uso del cinturón (hoy, 66%).
También pretenden aumentar las exigencias en procesos de otorgamiento y renovación de llicencias, intervenciones más notorias en intersecciones peligrosas, sumar 300 km. de ciclovías y registro y capacitación de repartidores de delivery, entre otras medidas.