Durante 2018, tanto la Ciudad como la provincia de Buenos Aires lograron reducir a niveles históricos la tasa de mortalidad infantil (TMI).
Según datos oficiales presentados este martes por ambos distritos, la Ciudad registró la TMI más baja de su historia: 5,7 por cada mil nacidos vivos. En términos absolutos, son 38 muertes menos que en 2017. Así, la Ciudad registra la tasa más baja de la región, por debajo de Santiago de Chile y de Montevideo, e incluso inferior a Washington.
Mientras que en la Provincia, el año pasado se volvió a batir el récord registrado en 2017. Es decir, en 2018, la tasa de mortalidad infantil fue de 8,9, lo que evidencia una baja interanual de 0,6 puntos, que se traduce en 217 muertes menos. También representa la cifra más baja de la historia de la provincia de Buenos Aires.
El anuncio fue realizado en forma conjunta por María Eugenia Vidal, gobernadora de la provincia; Horacio Rodríguez Larreta, jefe de Gobierno porteño, y Carolina Stanley, ministra de Salud y Desarrollo Social de la Nación. En la presentación también participaron Guadalupe Tagliaferri, ministra de Desarrollo Humano y Habitat de la Ciudad, y Ana María Bou Pérrez, titular de la cartera de Salud porteña, entre otros.
El NOA concentra la mayor tasa de embarazos adolescentes del país
La publicación de los datos coinciden con los diez años del programa de Centros de Primera Infancia (CPI) en la Ciudad, red lanzada en 2009 que ya cuenta con 76 centros a los que asisten en jornada completa 11 mil niños y niñas de entre 45 días y 3 años en situación de vulnerabilidad social.
“Es un logro fundamental y el resultado de políticas muy concretas para acompañar a todas las madres desde el embarazo y durante las consultas pediátricas que se deben realizar en el primer año de vida. Hacemos un seguimiento personalizado de las mujeres embarazadas en situación de riesgo social. Apuntamos a que que cumpla con todos los controles durante el embarazo que garantice la nutrición de ambos durante todos los meses ”, sostuvo Rodríguez Larreta en la presentación. Mientras que María Eugenia Vidal sostuvo que “este 8,9 es la tasa más baja registrada en la historia de la provincia de Buenos Aires. No es casualidad, es el resultado de políticas sostenidas e integradas, no solo en la salud, sino del gabinete y los equipos de desarrollo social e infraestructura”.
Comparados con otras ciudades de la región, los datos de la Ciudad están por debajo de los registrados en Lima (12), Bogotá (11,6), Washington (7,8), Montevideo (7,3) y Santiago de Chile (6,7). De todas, aún supera a los registros de ciudades tales como Paris (4,6) y Londres (3,2).
Los abortos inseguros siguen siendo la primera causa de mortalidad materna
En el caso puntual de la Ciudad, durante 2018, la Comuna 9 (Liniers, Mataderos y Parque Avellaneda) registró una TMI de 9,9 niños menores de un año fallecidos cada por cada mil nacidos vivos. Mientras que el mejor índice, lo registró la Comuna 5 (Almagro y Boedo) con una tasa de 3,4, seguida por la Comuna 11 (Villa General Mitre, Villa Devoto, Villa del Parque y Villa Santa Rita) y la Comuna 14 (Palermo), ambas con una tasa de 3,9.
Respecto a las medidas que se tomaron para reducir estas tasas, desde el gobierno porteño destacaron a la regionalización perinatal, que se implementa desde 2016 y garantiza la derivación adecuada según el nivel de complejidad de cada caso. La Estrategia Camino Verde de la Embarazada, que se aplica en todas las maternidades y centros de salud, mejora el acceso y la continuidad en los controles de las embarazadas. La iniciativa incluye un componente de “búsqueda activa” de las mujeres que se ausentan de un control, para garantizar su realización. Además de la creación de la red de seguimiento de recién nacidos con alto riesgo, que garantiza la atención postneonatal.
Mientras que desde el gobierno bonaerense aseguraron que el logro obedece a un plan integral de trabajo centrado en mejorar el acceso al sistema de salud en todos sus niveles. Al mismo tiempo, se llevan adelante medidas concretas para regionalizar las maternidades, ordenar la demanda a partir de los centros de salud de los barrios y realizar un seguimiento personalizado e integral de embarazadas y recién nacidos. En primer lugar, se logró garantizar que haya servicios de maternidad y neonatología en todas las regiones sanitarias. Actualmente, la Provincia tiene 4 maternidades y 34 servicios de maternidad en hospitales públicos. Además, 31 de ellos tienen Residencia para Madres que las hospedan en el caso de nacimientos prematuros.
Por otra parte, Buenos Aires también posee el programa “El Camino de la Embarazada”, que comienza en los Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS) de los barrios, donde las mujeres realizan la primera consulta. Este paso no solo garantiza la atención de calidad, continuidad en los controles o derivaciones en caso de ser necesario, sino que nacido el bebé, se acompaña a la madre desde el hospital a su vuelta a casa y la atención continúa en los CAPS, donde se utiliza el Alta Conjunta de la madre y su hijo. En caso de bebés prematuros se realiza un seguimiento a lo largo del primer año de vida.
