El ritmo en la cocina de un gran hotel es frenético. Un ejército de cocineros y asistentes que sacan un servicio de miles de cubiertos en una noche. Algo similar sucede en los grandes restaurantes. Pero en medio de esa vorágine se puede disfrutar de una cena íntima, con una mesa armada en plena cocina, servida por el propio chef directo desde la sartén. Esta experiencia, que se da en restaurantes de todo el mundo, se llama chef’s table y puede disfrutarse también en Argentina.
Uno de los que acaban de sumarse a esta tendencia es el Hilton Buenos Aires. En su sede de Puerto Madero instalaron La mesa del fondo, con capacidad para 16 comensales. “Comer es mucho más que saciar el apetito. Iniciativas como esta pretenden conectar con los cinco sentidos en el contexto de una cocina real”, asegura Pablo Barbero, chef ejecutivo del hotel.
“La gente que viene a comer a esta mesa quiere entender cómo se crean los platos, su razón de ser. Es una experiencia única”, explica el chef Tomás Kalika, dueño de Mishiguene, que cuenta con una mesa para ocho comensales dentro de la cocina, con un menú especial de diez pasos.
Con el mismo espíritu pero una propuesta más informal Ninina “abre su cocina” los fines de semana.