“Ese día me defendí de un acto violento y discriminatorio de la Policía de la Ciudad”. Así definió ayer Mariana Gómez ante la jueza Marta Yungano (TOC N° 26) lo que sucedió ese día de octubre de 2017, por lo que estaba siendo juzgada. Un cuarto intermedio, y una hora después, la magistrada leyó el veredicto: un año de prisión en suspenso por resistencia a la autoridad y lesiones leves agravadas.
Con ese fallo, la Justicia porteña condenó ayer a la joven lesbiana que en 2017 forcejeó con la policía en la estación Constitución, en un confuso episodio que empezó con un cigarrillo, y terminó con la joven detenida. Ese día, Gómez no estaba sola: estaba con Rocío Girat, su esposa, hablando, besándose y fumando en el ingreso a la estación en un lugar supuestamente prohibido, pero que según relataron no había carteles de prohibición y sí otras personas fumando. Por eso, desde un principio la pareja habló de una detención arbitraria y discriminación por su condición sexual.
Un empleado de Metrovías, primero, se acercó para que lo apagara. Despúes, un policía que, según contaron las mujeres, la abordó diciéndole: “Pibe, apagalo”. Después, un forcejeo. Y la detención, donde otra vez le dijo: “Pibe, vas a ser detenido”. La defensa de Gómez aportó videos a la causa de dos testigos que ese día filmaron con un celular.
Lo que siguió después de ese día fue un proceso que derivó en un juicio oral por la acusación de la fiscal Diana Gora por resistencia a la autoridad y lesiones graves: en el forcejeo la joven le arrancó un mechón de pelo a la oficial. “Todas sabemos lo que cuesta que nuestro cabello crezca”, argumentó la fiscal cuando pidió dos años de prisión. La defensa, en tanto, siempre fue por la absolución. Gómez contó que fue víctima de abuso intrafamiliar en su infancia, pero que la Justicia nunca la recibió. Recién pudo estar frente a una jueza siendo ella la acusada. Ayer, tras escuchar el veredicto, se descompensó.
La sentencia iba a leerse el martes pasado, pero se pasó la lectura del veredicto para ayer; día en que se conmemoraba en todo el mundo el Día Internacional del Orgullo Gay (recuadro). Los fundamentos, en tanto, se conocerán la semana que viene. El abogado de Gómez, Lisandro Teszkiewicz, adelantó que apelarán ante la Cámara de Casación Penal, por considerar el fallo arbitrario e ilegal.
“Vamos a apelar por la absolución, para que esto no quede como precedente para nadie que elija darse la mano o besarse con alguien de su mismo sexo”, señaló Girat, y apuntó contra la jueza Yungano por ser parte de un sistema “discriminador”.
Organizaciones de diversidad también repudiaron el fallo. “La Justicia decidió aplicarles el Código Penal por lesbianas”, sostuvieron desde 100% Diversidad y Derechos en un comunicado.
A 50 años de Stonewall
Hace cincuenta años se realizaba la primera Marcha del Orgullo Gay: lesbianas, gays, bisexuales, trans, salieron a la calle a protestar contra la razzia policial sufrida en el bar Stonewall Inn, en Nueva York, el único lugar donde podían sentirse cómodos. En 1969, ser homosexual todavía era ilegal en muchas partes de Estados Unidos.
En la actualidad, todavía hay setenta países que consideran ilegal pertenecer al colectivo LGBTI; mientras que 11 lo condenan con la pena de muerte. Por eso, cada 28 de junio se marcha en ciudades de todo el mundo, para reivindicar los derechos de todas las personas y exigir un trato igualitario e inclusivo.
“En una sociedad que nos educa para la vergüenza, el orgullo es una respuesta política”, decía Carlos Jáuregui, referente del movimiento LGBTI en el país.
Ayer por la tarde, en tanto, se realizó una marcha entre la Plaza y el Congreso, para reclamar por el fin de los transfemicidios y trasvesticidios.