Con la mirada puesta en el 9 de Julio de 2021, fecha en la que se celebrarán los 105 años de apertura y, tal vez, se realice una “reapertura simbólica” de la Confitería del Molino, avanzan las obras de su restauración y puesta a punto del espacio que fue emblema de la gastronomía porteña en las primeras décadas del siglo pasado.
Entre las obras que ya están concluidas se destacan la cúpula del edificio, cuya estructura fue totalmente restaurada e incluye la recuperación de las aspas, que no solo volvieron a funcionar sino que también fueron iluminadas con un sistema de luces LED, y las escaleras internas, que llegan hasta el sistema que mueve las aspas. En este caso puntual, para su funcionamiento se rectificaron y pusieron a punto los motores originales, que se encontraban allí abandonados. Según explicaron en el lugar, “las aspas volvieron a girar la semana pasada luego de varias décadas de estar sin funcionar”. Otro de los trabajos que se implementaron fue la instalación de los cuatro leones alados que existían en los vértices de la torre. También se recuperaron y retroiluminaron los ocho gajos de vitrales de la cúpula. Los trabajos en la parte superior del inmueble incluyeron la impermeabilización y recuperación de la terraza, en la que se prevé habilitar un bar. En tanto, ya comenzaron a retirar los 1.800 m2 de andamios que cubrían las fachadas del inmueble estilo Art Nouveau construido por el arquitecto Francisco Gianotti, e inaugurado en 1916.
La fachada del Molino, ‘tomada’ por dos artistas
“Si bien la cuarentena imprimió un freno en los trabajos que veníamos realizando desde julio de 2018, a partir de la habilitación de las tareas por parte del Gobierno porteño vamos a terminar el año con las obras estructurales del edificio finalizadas. Estos trabajos incluyeron la restauración integral de la cúpula, de la terraza y de la fachada del edificio”, aseguró Ricardo Angelucci, secretario técnico administrativo de la Comisión Administradora del Edificio del Molino (CAEM), a PERFIL. “También se reacondicionó el ascensor de la avenida Callao 32, que mantendrá su estilo original y que llega hasta la terraza. El plan incluye también la puesta en funcionamiento de los otros dos ascensores que dan sobre la avenida Rivadavia. En este caso se está trabajando con la empresa Stigler, que los fabricó originalmente”, agregó.
El salón principal del primer piso, lo mismo que el Salón Fumador, ya está recuperado casi en su totalidad, al igual que el vitral que se encuentra en el techo de esa planta.
Respecto de la confitería en sí, Angelucci explicó que se está trabajando tanto en los techos como en las columnas de estuco (símil mármol) y en la recomposición de un sector del piso, sobre el ala de la avenida Callao. Todos los trabajos son desarrollados por los restauradores de la Comisión Bicameral. “Ese sector del piso es el más deteriorado de la Confitería. La idea es empezar los trabajos en enero. También vamos a instalar una subestación eléctrica al edificio”, aseguró el responsable de la Comisión Bicameral a cargo de las obras de restauración. Las antiguas cocinas serán reacondicionadas pero no se utilizarán como tales. Formarán parte del museo que se instalará en el inmueble que se erige frente al Congreso Nacional.
Un equipo de treinta expertos trabaja para restaurar El Molino
En relación con la intervención de las fachadas, los trabajos incluyeron la reposición de piezas y se encaró la limpieza de la símil piedra. También se reforzó la estructura del balcón del quinto piso sobre Callao. En cuanto a los trabajos con estructuras de hierro, Angelucci contó que “se firmó un convenio con el Astillero Río Santiago para la restauración de la marquesina principal del edificio”.
También continúa la puesta en valor de la fachada de planta baja del inmueble, que incluye las vidrieras de la confitería, los ornatos de bronce, cortinas de enrollar y revestimiento de mármol. En este caso, incluye los componentes que van desde el nivel de vereda hasta la marquesina, y desde el acceso de Rivadavia 1815 hasta Callao 32.
En tanto, parte del equipo de restauradores comenzó con la limpieza, remasillado y réplica de algunos faltantes de los paños del vitral de la guarda perimetral de la vidriera de la confitería.
Por último, continúan los trabajos de puesta en valor de los departamentos del edificio, con obras de restauración de carpinterías de madera y molduras en yeso.