En la Guyana francesa, cerca de la frontera con Brasil, se ubica el garimpo Siquini. Los garimpos son campamentos ilegales que se suelen instalar en la selva amazónica para encontrar oro y sus condiciones de trabajo suelen asemejarse al esclavismo.
Según la agencia de noticias brasileña Amazonia , en Siquini operan más de 10 mil mineros de Brasil, de los cuales la mayoría son indocumentados y prófugos de la ley. Y agrega que las autoridades de la zona creen que habría por los menos 8 mil delincuentes con antecedentes.
Según pudo saber Perfil.com, aquellos que trabajan en este garimpo y salen desde Oiapoqué, una localidad fronteriza ubicada en el norte brasileño, deben viajar durante nueve noches por el medio de la selva para que no los capture la policía francesa.
Los riesgos de trabajar en estos lugares son inmensos. “La mayoría de las personas carecen de conciencia sobre las consecuencias que la actividad minera puede causar en las aguas de la región. Por ejemplo el uso de mercurio en la recolección de oro dio lugar a la tragedia en otros ríos del Amazonas en la década de 1980”, alerta la agencia brasileña.
En la zona donde está ubicado el garimpo Siquini y sus alrededores convivirían varias razas, entre las que persisten aún las tribus indígenas con sus respectivos caciques.
(*) redactor de Perfil.com
