Los barrios cerrados ahora son temáticos. Con lagunas de aguas cristalinas, canales artificiales o arquitecturas góticas, los emprendimientos urbanos que en los últimos quince años se duplicaron en la provincia de Buenos Aires se diversifican y buscan brindar nuevas experiencias de exclusividad y pertenencia.
Lagoon Pilar es uno de los que estará listo a finales de 2015. Allí habrá una laguna con agua cristalina de 500 metros de largo y casi tres de profundidad, rodeada de arena y palmeras que remitan al Caribe, a minutos de Capital Federal. A su alrededor, se edificará el barrio de 30 hectáreas que contará con lotes y departamentos, un área deportiva, seguridad y gastronomía, como cualquier barrio tradicional. “En la laguna se pueden hacer deportes náuticos o nadar. El concepto, que viene de Chile, nos llamó la atención y decidimos aplicarlo porque nos pareció un diferencial interesante”, cuenta Mariano Galeazza, gerente del Grupo Monarca, a cargo del emprendimiento. El 65% de las 800 unidades disponibles ya está vendido, a precios que varían entre los 15 mil y los 25 mil pesos el m2.
Para Pablo Ciccolella, director del Instituto de Geografía de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, estos emprendimientos responden a la búsqueda por captar nuevos compradores, ya que en el último tiempo, posterior al boom de los barrios cerrados, las ventas se estancaron, en parte por el cepo cambiario. “Algo que se ameseta es interpretado por los desarrolladores como una amenaza, por lo que tratan de buscar alternativas para potenciar sus emprendimientos”, explica. Y agrega que “con la tematización se busca ofrecer exclusividad y pertenencia a determinados segmentos”.
Canales. Venice es otro de los barrios temáticos que están construyéndose, en este caso, en Tigre. Como su nombre lo indica, el proyecto busca que el barrio remita a Venecia, mezclando lo urbano con lo navegable, gracias a la proximidad que tendrá con el río Luján en el Delta de Tigre. “La gente busca espacios amigables con el medio ambiente y trata de conectarse con la naturaleza, por eso estamos abriendo canales interiores en la tierra que permitan el acceso directo al río. La idea es que todos los edificios tengan vistas al agua”, explica Pablo Botana, gerente del proyecto desarrollado por TGLT y Metro 21. Este tipo de emprendimientos también existen en Miami, y la cercanía con la ciudad es uno de los puntos que más destacan. Aquí también ya se vendió el 60% de las unidades, que estarán distribuidas en doce edificios. Una vez que terminen, a partir de 2016, podrán vivir allí hasta nueve mil personas.
Como en Europa. En Benavídez, en tanto, están construyendo Torrepueblo. Se trata de un centro comercial que tiene a su alrededor viviendas y oficinas, simulando la dinámica de un pueblo europeo como la Toscana, en Italia, donde todo gira alrededor de una plaza central. “Las construcciones del lugar tendrán detalles góticos, pinturas ocre, amarillo y rojo teja. También habrá arcadas, galerías y pasajes separados por columnas, y cubiertas exteriores de piedras”, cuenta Alex Hoter, titular de Valora, a cargo del proyecto. Mezclando lo residencial con lo comercial, también construirán oficinas, que estarán listas a principio del año que viene, en una zona donde ya hay once barrios cerrados alrededor. “Queremos que sea el ancla comercial de la zona”, agrega Hoter.
Para Ciccolella, la tendencia de este tipo de barrios empezó hace dos años, pero tardarán por lo menos 15 o hasta 20 para que estén totalmente poblados. “El éxito de un proyecto así depende de su viabilidad y del contexto económico del país; pero son productos que llaman la atención y creo que hay público para esto”, dice.
Además de estos barrios, también existen otros cuyas temáticas giran en torno al vino, el golf o el polo, entre otras actividades y gustos.