Alrededor de 3.000 camiones quedaron varados en las fronteras de Argentina con Chile, luego de que el país trasandino modificara sus restricciones en el ingreso al país. Esto es por los nuevos protocolos contra el coronavirus que tomó el país vecino.
Para resolver esto, la Cancillería le reclamó al Gobierno chileno la urgente implementación de medidas necesarias para “una pronta normalización y agilización” de la circulación. Esto también incluye las cargas en los pasos fronterizos que hay entre ambos países.
En el mismo sentido se pronunció la Federación Argentina de Entidades del Autotransporte de Cargas (Fadeac), que destacó la presentación hecha por la Cancillería. Además, denunció maltratos a los choferes, quienes decidieron cortar el paso a modo de protesta.
“Destacamos la importancia de abordar este tipo de conflicto de manera conjunta con las autoridades responsables del transporte internacional de cargas. Es urgente encontrar una solución para un tema que provoca un importante perjuicio económico y social para las empresas y los choferes”, dijo Roberto Guarnieri, presidente de FADEEAC.
En tanto, desde Gendarmería (la fuerza encargada de custodiar las fronteras) explicaron que el Paso Internacional Cristo Redentor está habilitado de 8 a 14 para entrar a la Argentina. Mientras que el ingreso a Chile solo está permitido a ciudadanos chilenos y extranjeros residentes en el país vecino.
“Destacamos la importancia de abordar este tipo de conflicto de manera conjunta con las autoridades responsables", Roberto Guarnieri
En este escenario, para el tránsito internacional de cargas, el Paso Internacional se encuentra habilitado. Sin embargo, los transportistas que se dirigen en sentido Argentina-Chile cortaron el tránsito como reclamo a las medidas de control sanitario implementadas en el paso Los Libertadores.
Cada día de detención de un camión en frontera representa un costo extra de 700 dólares por día según los datos del Departamento de Transporte Internacional de la Federación. Está organización nuclea a 43 cámaras de transporte de la Argentina.
El cuello de botella se generó a partir del cambio en la política de control sanitario por parte de las autoridades chilenas. Esta llevó a testear al 100% de los choferes en frontera, aun cuando sigue vigente la obligación de presentar un PCR hecho en origen para poder ingresar al vecino país.
