Momentos de mucha emotividad se vivieron en la Catedral de Córdoba, con motivo del bautismo de Umma Azul, la ahora “ahijada” de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. El hecho quedará marcado en la historia nacional debido a que la Iglesia Católica aceptó bautizar a una beba nacida por fertilización asistida e hija de un matrimonio de mujeres.
El bautismo tomó trascendencia nacional debido a que la pareja constituida por Soledad Ortiz y Carina Villarruel eligió a la Presidenta como madrina, quien no pudo asistir al trascendental hecho, pero eligió como representante a Claudia Fenoquio, la edecán presidencial, quien presenció la ceremonia. Cristina envió regalos que llamaron la atención entre los presentes: una foto de ella enmarcada con una bandera argentina de fondo, y una medallita de oro.
“Le pedimos a la Presidenta que sea la madrina de Umma, porque es una manera de decirle gracias a ella y al expresidente Néstor Kirchner por la ley de Matrimonio Igualitario que nos dio derechos", contó Villaroel, cuya beba nació el 27 de enero de de este año. “Estoy muy emocionada, es una alegría muy grande y nos emociona mucho”, añadió.
La mujer fue cesanteada de la policía el pasado mes de marzo luego de que se le negara una licencia por maternidad. "Si bien mi esposa y yo no somos católicas practicantes, consideramos que nuestra hija merece ser bautizada", explicó frente a la gran cantidad de periodistas que cubrieron el evento. Además, contó que cuando fueron a llevar la propuesta a la Iglesia, el cura Calos Varas les dijo: “Estaba esperando una familia como ustedes. Nos hizo sentir muy cómodas, por eso decidimos hacerlo con él”.
Por su parte Varas, el párroco de 83 años, que ofició la ceremonia, destacó: “Nosotros bautizamos siempre, y no se le niega el bautismo a nadie que lo pida. La primera vez siempre llama la atención, por eso está tomando tanta repercusión este hecho”.