Un grupo de obreros con topadoras comenzaron a demoler desde ayer a la mañana, viviendas precarias que 27 familias construyeron sobre las vías del ferrocarril en el barrio “El Correo” de la Villa 31 hace tres años atrás.
Si bien varias familias admitieron haber negociado un subsidio por las casas derrumbadas con el Gobierno de la Ciudad, otros afectados aseguran “no haber negociado con nadie” y se niegan a permitir que las topadoras levanten sus hogares.
Teresa, una vecina de la zona, dijo en diálogo con Télam que “queremos que se acerquen a hablar con nosotros antes de que nos tiren abajo parte de nuestras casas”. Según la mujer “a muchos vecinos les prometieron dinero pero a otros no”.
"Queremos que antes de limpiar las vías alguien se acerque y arregle con nosotros, estamos dispuestos a la negociación", aseguró la mujer que precisó que la puerta del frente de su casa se encuentra a "un metro y medio de las vías del tren".
En tanto Marta Castro, otra vecina, dijo a la prensa que "dos metros de su vivienda", que construyó sobre las vías, fueron levantados por las topadoras. La mujer aseguró que las autoridades le devolverán el valor de "los materiales y de la mano de obra de lo construido".
Marta Castro contó que le compró el terreno a una mujer. "Hace años alquilé y la necesidad me obligó a comprar el predio", explicó. "Fue una sinvergüenzada de la mujer que se aprovecha de la necesidad de la gente", concluyó.