Las tomas y usurpaciones que Capital Federal y el conurbano bonaerense experimentaron a lo largo del año se trasladaron este verano a Pinamar. Esta ciudad de la costa atlántica parece haber perdido la calma que la caracterizaba, ya que existe una importante cantidad de denuncias por usurpaciones que comenzaron en noviembre y continúan durante la temporada.
Se trata de tomas a importantes casas de veraneo ubicadas a pocas cuadras de la playa y que durante el año están deshabitadas. Sin bien en la fiscalía del distrito explican que en este período se registraron cerca de veinte denuncias, las viviendas tomadas serían más de ochenta. Según las denuncias, la mayoría de las casas ocupadas tienen trámites de suceción o son viviendas que no tienen los impuestos al día.
“Demostrame que estoy usurpando, traeme los papeles y vemos”, dice a PERFIL uno de los hombres que habita en una vivienda a dos cuadras del mar que figura en la fiscalía como usurpada. “Qué pasa acá”, pregunta la madre desde adentro y luego sale para asegurar: “Nosotros estamos alquilando”. Sin embargo, no pudo mostrar el contrato de alquiler y tampoco quiso dar los datos del dueño de la casa, a quien dicen que le pagan la renta.