SOCIEDAD
PRESENTARAN LA DOCUMENTACIN

Denuncian que faltan facturas en el CCK por $400 millones

PERFIL recorrió el centro cultural, que aún tiene detalles sin terminar y fallas en la estructura. Hay equipos sin instalar y cuentas que no cierran. Galería de fotos

La ballena. Tuvieron que recubrir las “patas” con resinas plásticas porque estaban deterioradas.
| Nestor Grassi

El Centro Cultural Kirchner (CCK) fue uno de los bastiones sobre los cuales el kirchnerismo montó su relato de contenidos artísticos y se convirtió en un símbolo político. Además, junto a Tecnópolis, fue uno de los espacios que más polémica generó durante el traspaso del gobierno.

Ahora, la nueva administración encabezada por el ministro de Contenidos Públicos, Hernán Lombardi, denuncia irregularidades en la compra de equipamiento técnico y falta de facturas por unos $ 400 millones, cuya documentación planean entregar esta semana a la Oficina Anticorrupción, una vez que finalice la auditoría interna que están llevando a cabo. El jueves pasado, en el marco de la presentación de la programación de este año (ver suplemento Espectáculos), PERFIL recorrió el lugar y accedió en exclusiva a los números preliminares de la auditoría que se está realizando.

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Según el propio Lombardi; Gustavo Mozzi, director del centro cultural y Gabriela Ricardes, secretaria de Contenidos Públicos, se habrían adquirido equipos por un total de $ 500 millones para escenotécnica (cables, luces, consolas de sonido), que debían ser instalados en las salas sinfónicas y de conferencias, pero la documentación respaldatoria con la que cuentan sumaría sólo unos $ 130 millones. “El desfasaje entre lo gastado y lo facturado es muy grande, y hay también equipamientos que faltan. Otro tanto sucede con la instalación de los equipos de calefacción y refrigeración del edificio, ya que no queda claro quién debe hacerse cargo de su puesta en marcha, si la empresa que lo vendió o nuestros equipos de mantenimiento”, afirmó Lombardi a este diario.

“Queremos que la Justicia actúe. No queremos que quede ningún registro de impunidad. Queremos que el CCK funcione en condiciones, sin que el Estado defina qué es arte y qué no”, agregó el funcionario.
Una situación similar sucedió con el pago de los contratos de casi 2.500 artistas, entre los que se encontraban músicos, bailarines y productores, que trabajaron en el centro cultural desde su apertura hace exactamente un año.

Según los funcionarios, no se encontró ningún expediente o registros de facturación que respalden esos contratos. “Tuvimos que destinar fondos del presupuesto 2016 para regularizar esa situación que a nosotros no nos correspondía. Pero luego de realizar un intenso trabajo para constatar que se habían realizado esas performances artísticas, pagamos el caché a unos 1.900 artistas”, agregó Lombardi.  

Instrumento delicado. Otro de los puntos álgidos que tiene que ver con la puesta a punto del CCK, más allá de las obras complementarias que se realizaron en el edificio debido a su inauguración antes de tiempo, es el relacionado con el órgano alemán Klais Opus 1912, que se compró especialmente para la Ballena, la sala principal. Según informó Mozzi, el instrumento costó unos dos millones de euros y nunca funcionó como corresponde. Al haber sido instalado durante la obra jugó en contra del órgano  y repercutió en su normal funcionamiento. “Es un instrumento muy delicado y estaba muy deteriorado. Faltaban algunos de los tubos y estaba lleno de polvillo. Trajimos a dos técnicos alemanes para ponerlo a punto”, explicó Mozzi. “La idea es utilizarlo en junio en la serie de conciertos. A fin de año estará funcionando por completo”, agregó. También debieron revestir columnas de la Ballena, porque estaban fisuradas.

Y en otra medida que levantó polémica, la sala dedicada a Néstor Kirchner fue desmantelada para, según la nueva dirección, “homenajear a distintos artistas”.

Despidos y nueva convocatoria
La renovación de los contratos del personal que trabajaba en el CCK fue otro de los conflictos que sufrió el centro cultural, parte de la ola de despidos promovidos por el gobierno nacional desde su asunción en diciembre. Se estima que unas 400 personas dejaron de pertenecer al staff del centro cultural. Lombardi se defiende y argumenta que “recibimos el CCK sin ningún personal de planta. Todos los puestos habían sido cubiertos a partir de la triangulación con diferentes universidades. Algunos de  esos contratos no se renovaron y otros siguen trabajando con nosotros. Ahora apuntamos a conformar un plantel altamente capacitado en la gestión cultural”. El funcionario asegura que se hizo una convocatoria online a la que se presentaron unos 20 mil postulantes. Buscan incorporar unos cien empleados graduados de carreras públicas en áreas relacionadas con la gestión cultural, para “profesionalizar los puestos de trabajo de un espacio tan importante”.