La nadadora argentina
María Inés Mato, de 43 años, cruzó a nado el estrecho de San Carlos y unió las
Islas Malvinas en una travesía que demandó cerca de tres horas de brazadas constantes en aguas que
registraron una temperatura de 10 grados centígrados.
La deportista, que
perdió una de sus piernas como consecuencia de un accidente cuando tenía cuatro
años, concretó el cruce el viernes pasado, acompañada por su entrenador Claudio Plit y su
médico Néstor Lentini, quienes la monitorearon durante las dos horas y 44 minutos que demandaron
los 4,6 kilómetros de distancia entre ambos archipiélagos. Fue su
noveno desafío en aguas frías.
"Este gran desafío intentó
ligarnos al territorio de las Islas Malvinas desde otro lugar", afirmó Mato en
comunicación telefónica desde El Calafate, localidad donde se entrenó en los últimos meses en las
aguas del Lago Argentino.
El cruce se dio a un ritmo constante y enérgico con un promedio de 69 brazadas por minuto,
desde las 10.56 cuando se inició la travesía en la isla occidental hasta las 13.40 de llegada a la
oriental.
A la hora de nado, María Inés ya había atravesado la mitad del estrecho y en el tramo final,
a 600 metros de la costa, se registró una fuerte corriente en sentido noroeste que restringió su
avance durante 45 minutos.
"
Hubo mucha dificultad al final del cruce porque hubo una correntada fuerte, pero salió todo
muy bien y se pudo hacer todo", señaló la mujer que desde el 2001 ya cruzó el Canal de
Beagle, el Canal de la Mancha, el estrecho de Gibraltar, la isla de Manhattan, Caleta Potter en la
Antártida y el estrecho de Fehmarnbelt.
Mato, quien nació en la ciudad de Buenos Aires el 3 de marzo de 1965,
es una experta nadadora en aguas abiertas desde hace doce años y desde el 2001 eligió
profundizar su conocimiento en aguas frías.
"A casi 26 años de la guerra, el motivo emergente es nadar por la paz y nadar en el frío es
un símbolo de una peculiar disponibilidad y estado pacífico del ser, para reafirmar la necesidad de
transferir esa experiencia de paz personal a una dimensión colectiva", rescató María Inés.
La nadadora añadió que "la natación en aguas abiertas tiene que ver con el cruce de
fronteras, tanto geográficas como políticas o históricas, y creo que unir las Islas
Malvinas sintetizó todos estos tipos de fronteras".
Mato realizó el cruce
sin ningún tipo de protección externa y en el marco de un proyecto de
investigación sobre termorregulación en aguas frías, lo que demandó un registro audiovisual con una
narración documental.
Según el reporte médico elaborado durante el cruce, la nadadora
ingresó al agua con una temperatura corporal de 37,9 grados y al finalizar el cruce había
disminuido a sólo 36,9. Se controló también los parámetros sanguíneos por método capilar,
antes y después de la prueba.
Entre otras distinciones, la nadadora argentina fue declarada Ciudadana Ilustre de la Ciudad
de Buenos Aires, distinguida por la Presidencia de la Nación en el Día Internacional de la Mujer y
reconocida por Amnesty Argentina cuando realizó el cruce del Canal de Beagle en 2001.
Fuente: Télam