María Emma Córdoba y Ana Laura González vivieron una madrugada de terror el pasado sábado. Cuando una de ellas salió a cerrar el portón de su casa, ubicada en Ensenada, en la localidad de Punta Lara, habría sido sorprendida por su vecino, quien la amenazó con un revólver calibre 38 y la obligó a ingresar al domicilio.
Allí sometió a las jóvenes, ambas estudiantes de la Universidad Nacional de La Plata. Las violó, las golpeó, las apuñaló y para no dejar rastros, intentó quemar el lugar con las víctimas en su interior. Pero, Ana Laura sobrevivió, logró escapar y pedir ayuda.
Mientras ella huía de su pesadilla, el hombre retornó a su casa, situada a unos 300 metros del lugar del crimen, donde vive con su pareja y su pequeña hija. Fue detenido por la Policía tras haber sido reconocido por Ana Laura. El sospechoso, identificado como Ariel Osvaldo Báez, de 23 años, se negó a declarar ante la justicia. Está acusado de privación ilegal de la libertad, abuso sexual agravado y homicidio doblemente calificado por ensañamiento y por mediar violencia de género.
Virgina Bravo, fiscal a cargo de la investigación, sostuvo que el imputado “tiene hechos de violencia en el barrio y es una persona irascible”. En su casa encontraron ropa ensangrentada, pertenencias de las jóvenes y estupefacientes.
Mientras tanto, la Universidad Nacional de La Plata decretó un día de duelo por el femicidio de María Emma, de 26 años. También alumnos y docentes marcharon este lunes en el centro de la capital bonaerense para exigir justicia.