En su brazo izquierdo, casi como una imagen premonitoria de una nueva tragedia en su vida, el baterista de Callejeros, Eduardo Vázquez, lleva tatuada la figura de una mujer semidesnuda prendida fuego. Clásico diseño en la tribu rockera, esa imagen quedó grabada en la retina de Vázquez hace una semana, cuando tras una discusión con su esposa, Wanda Taddei, se volvió real: su mujer se prendió fuego.
Ese miércoles pelearon y sin quererlo, según declaró a la Justicia, ambos terminaron con sus cuerpos incendiados, desatando una nueva fatalidad en la trágica vida de Vázquez, quien perdió a su madre y varios amigos en Cromañón. Él terminó preso por tentativa de homicidio y ayer la Justicia le negó la excarcelación; ella sigue internada en terapia intensiva, con el 60% del cuerpo quemado y al borde de la muerte.
Tatuado. La relación del baterista de Callejeros con el mundo tattoo no es nueva. El músico lleva varios dibujos en su cuerpo (el logo de la banda y el nombre de su hija Valentina decoran su antebrazo derecho) y es habitué del estudio de tatuajes Mandinga, en Villa Lugano, elegido por muchos rockers.
El Cabeza, como se conoce a Vázquez, es amigo del creador de Mandinga, Diego Starapoli, quien fue uno de los primeros en llegar al hospital Santojanni después de la tragedia. Ese día, en medio de toda la conmoción y el acoso de la prensa, Starapoli defendió a Vázquez, dijo no poder creer lo que pasaba y contó que hacía pocos días les había tatuado las alianzas de casamiento.
El lazo de amistad que une a ambos es fácil de comprobar. El rostro sonriente de Vázquez se repite en varias de las fotos del sitio web del local. Hasta hace poco, también podía encontrárselo en un video, hablando de sus tatuajes en una suerte de reality show que producen en Mandinga. La pequeña pieza audiovisual ya no está: fue dada de baja en Youtube, después del hecho policial.
Perfil.com se comunicó con Starapoli para saber cómo se encontraba Vázquez. El tatuador de disculpó y manifestó que no iba a decir nada. Tampoco quiso hacer referencia al dibujo de la mujer en llamas que decora el brazo derecho de El Cabeza . "No te voy a decir nada de sus tatuajes, disculpa", manifestó el artista.
Mensaje oculto en la tinta. ¿Tienen un significado los tatuajes? ¿Son sólo una moda o encierran otro sentido oculto? ¿Pudo acaso esa figura en llamas ser una señal o es sólo una broma impregnada de fatalidad que el destino decidió jugarle al músico de Callejeros? Todos son interrogantes a los que resulta difícil, sino imposible, encontrar respuesta. " El significado del tatuaje es inconsciente", afirma a Perfil.com la psicóloga Rosa Petronacci, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA).
"Solamente en un proceso terapéutico puede encontrarse el sentido oculto que encierran los tatuajes", señala la psicóloga, especialista en niños y adolescentes. "En general, los tatuajes tienen que ver con grupos y significados grupales, funcionan como marco de pertenencia", describe, sin referirse al caso particular de Vázquez.
En ese sentido, cada tatuaje tiene un sentido cultural: "Los presos se hacían tatuajes, los marineros los usaban para identificarse entre embarcaciones, y hasta los indios onas, oriundos de Tierra del Fuego, se tatuaban para expresar el dolor psíquico", argumenta.
Como los onas del fin del mundo, Eduardo Vázquez lleva hoy consigo y para siempre un tatuaje cargado de sentimientos dolorosos que lo acompañará de por vida, el de una mujer prendida fuego, como su esposa Wanda Taddei, que se debate entre la vida y la muerte.