Mientras comenzaba a avanzar la obra de construcción que habría desencadenado el trágico derrumbe en Mitre al 1228, su director y proyectista responsable, Ezequiel Rivarola, se entretenía en su cuenta de Twitter organizando los últimos detalles para exponer en una muestra sobre surf –una de sus pasiones– en Puerto Madero.
Era el 26 de octubre y él mismo invitaba a sus seguidores a participar de BA Surf 2011, nueve días antes de que se produjera el primer derrumbe de una parte del edificio que sepultó la vida de Isidoro Madueña, un hombre de 74 que vivía en el 3º B y que fue encontrado el jueves entre los escombros.
Rivarola respondió de inmediato a las acusaciones del Gobierno porteño que lo señalaban como responsable, y al otro día del desplome del edifico mandó un comunicado desde su estudio donde aclaraba que todos los papeles estaban en regla y que incluso los planos de estructura y excavación tenían autorización de la Agencia Gubernamental de Control.
En la calle, unas 220 personas buscaban refugio mientras tomaban conciencia de que se habían quedado sin casa.
El comunicado fue la primera y última carta que jugó el arquitecto que, desde ese momento, se llamó al silencio y buscó el respaldo del estudio de Cúneo Libarona, que hoy se encarga de tejer su estrategia judicial. PERFIL intentó comunicarse con Rivarola en reiteradas oportunidades, pero nunca atendió el teléfono. Tampoco lo hicieron en su estudio: “No tenemos autorización para hablar”.
Rivarola borró esta semana la mayoría de sus rastros virtuales: descolgó la página oficial de su estudio, ERA Arquitectos, y con ella, sus perfiles personales de Facebook y Linkedin. Tampoco recibe más clientes en su oficina de Córdoba al 1300, donde todavía trabajan tres empleados, que tampoco lo volvieron a ver.
Pero lo que no pudo eliminar de la Web son los rastros de una de sus principales pasiones: el surf. En un blog especializado, recuerda que lo practica desde hace 31 años y se gratifica de haber estado arriba de olas en Brasil, Costa Rica, Galápagos, Francia, Australia y hasta en Bali. Tiene más de 12 tablas y también le gusta el wakeboard (otro deporte acuático).
Juega seguido al fútbol en las canchas de Ocampo, a metros del gimnasio homónimo donde varias veces por semana entrena el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, y su jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta.
