El crucero Explorer que naufragó hoy en las aguas del Océano Antártico tras impactar contra un iceberg, es una embarcación de 75 metros de eslora y 14 de manga, que combina lujo y adelantos técnicos que permiten resistir las bajas temperaturas de la región polar.
El crucero fue construido en 1969 y reacondicionado en 1993, cuando su casco fue reforzado de manera doble, para que las bajas temperaturas no afecten a los 108 pasajeros que puede albergar.
En esta oportunidad, la nave había partido de Ushuaia el 11 de noviembre último y sus pasajeros habían pagado un mínimo de 5.400 libras, unos 34.900 pesos, para embarcarse y recorrer, durante 19 días, la Península Antártica, las Islas Malvinas, las Georgias del Sur y Shetland del Sur, en una expedición denominada "La misión Shackleton".
Generalmente, este crucero recorre aguas de muy baja temperatura -este año visitó Groenlandia y viaja usualmente a las Islas Malvinas- y tenía botes para auxiliar a 196 personas en caso de emergencia.
El barco suele realizar travesías de dos semanas por la Antártida y cada pasaje cuesta alrededor de 22.000 pesos por camarote.
Entre sus tripulantes, se encuentran expertos en geología, biología, historiadores y naturalistas, según datos de la página web de la compañía South American Experience, que opera la travesía.
Fuente: Télam y DyN