El flamante ministro de Medio Ambiente, Juan José Mussi, intentó esta mañana desmarcarse de la gestión de su antecesor, Homero Bibiloni, al anticipar que "tenemos que trabajar ya en el Riachuelo". Un guiño hacía el que problamente sea el foco infeccioso más importante en la provincia y ciudad.
Sin embargo, al frente de la intendencia de Berazategui, Mussi decidió apoyar un proyecto polémico: la instalación de una subestación de energía de Edesur pese a la firme oposición de los vecinos que tienen, como principal antecedente, la puesta en marcha de Sobral de Ezpeleta, una central a pocos kilómetros señalada como causante de al menos 140 casos de cáncer en sus alrededores, según una recorrida hecha en junio del año pasado por Perfil.com.
"Nos sorprendió a todos (la designación de Mussi), no entendemos en realidad cuál es la movida o la jugada o por qué de pronto está allí", le dijo a este portal la referente de la asamblea, Isabel Palacios. "Uno como vecino que viene luchando hace seis años ve a alguien que apoya una obra que contamina, que hay estudios internacionales que llaman a intervenir, a estudiar. Vea que a niveles políticos nadie está entendiendo nada", completó.
Movilizados en Berazategui, otro grupo logró detener temporalmente y a través de recursos de amparo la terminación de una planta, en principio, con el respaldo del propio Mussi: “En 2006, el intendente saca un decreto basado en el estudio de la Facultad de Medicina donde se frenan las obras de cableado y lo respalda con el estudio y nos entrega en mano”, indicó Palacios.
En ese momento, explicó a este portal la asambleísta, "él apoyó el traslado de la subestación, y si la Justicia fallaba, decía que él mismo como intendente acudiría a organismos internacionales" para detener el emprendimiento. Pero, por "presiones" que no se precisan, Mussi cambió de opinión: "En febrero de 2009, vuelve la Gendarmería y se autorizan las obras y (Mussi) asegura que el electromagnetismo no contamina y no tendrá repercusiones en la población", agregó Isabel Palacios.
(*) de la redacción de Perfil.com