SOCIEDAD

El Metrobús de Juan B. Justo, una "autopista" sin controles

Los colectivos sobrepasan la velocidad máxima y las motos invaden los carriles.

Constante. Los motociclistas evitan los embotellamientos por los carriles centrales de la avenida. La maniobra está prohibida y se castiga con la quita de la licencia.
| Cedoc

Sin haber cumplido su promesa electoral de construir diez kilómetros de subte por año, Mauricio Macri dio el 31 de mayo de 2011 uno de los principales volantazos de su gestión en materia de transporte. Aquel día quedó inaugurado el primer Metrobús de la Ciudad, sobre la avenida Juan B. Justo. Hoy, opacado por la magnitud del recientemente habilitado en la 9 de Julio y huérfano de atención, se ha convertido en una “autopista” sin control para colectivos y motos.

PERFIL estuvo en el corredor que une Liniers con la zona de Pacífico y constató que en determinados tramos los colectivos superan la velocidad permitida (60 km/h) y que, a su antojo, los motociclistas se hacen indebidamente dueños de los carriles exclusivos. Todo, con la ausencia estelar de los agentes de trámsito. Radares móviles, aportados y operados por Daniel Guanatey, director deportivo del Autódromo Oscar y Juan Gálvez, mostraron que aproximadamente uno de cada cuatro colectivos traspuso el límite de velocidad y casi la mitad de éstos lo hizo en más de 10 km/h.

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Las mediciones fueron tomadas sobre Juan B. Justo a la altura de los cruces con las calles Terrada (en el barrio de Villa Santa Rita), Calderón de la Barca (en Vélez Sarsfield) y Elpidio González (Versailles). Pese a las diferencias que impone el trazado en estos tres puntos, la conducta de los choferes de colectivos no tuvo variaciones: en una recta, en una curva, más cerca o más lejos de las estaciones (hay una cada 400 metros, aproximadamente), las faltas son una constante.

Motos. Otra de las apreciaciones que llaman la atención al circular por la zona es la soltura con la que los motociclistas invaden el camino de los buses cuando el tránsito se complica en los únicos dos carriles por mano que quedan para el tránsito vehicular. “Por la noche y hasta la madrugada la situación es peor aún. En la zona de Palermo, cerca de los boliches, las motos usan los carriles de los colectivos para correr picadas”, relata Héctor Giménez, vecino del lugar.

Según indica el informe anual de siniestros que difunde la Defensoría del Pueblo porteña, los conductores de motos conforman el grupo con mayor riesgo a sufrir accidentes viales. De las 10.587 víctimas durante todo 2012, 4.014 fueron motociclistas (3.988 lesionados y 26 muertos). La sanción para aquellos motociclistas que invaden los carriles destinados al transporte público de pasajeros es la quita de la licencia de conducir.

"El problema no es el Metrobús, es la falta de educación de la gente que lo transita. He visto hasta camionetas 4x4 recorrer los carriles. Buenos Aires es la ciudad argentina con mayor control de tránsito. Sin embargo, aún resulta insuficiente por el volumen de autos que ingresan a diario", explica Fabián Pons, titular del Centro de Experimentación y Seguridad Vial (Cesvi). Desde la Subsecretaría de Tránsito y Transporte porteña explican que todos los días salen a la calle unos 900 agentes de tránsito. Pero casi la totalidad del cuerpo está afectada a los trabajos de orientación en el Metrobús de la 9 de Julio y a los controles en el Micro y Macrocentro.

El Metrobús de la avenida Juan B. Justo tiene una extensión de 12,5 kilómetros y veinte estaciones. Lo utilizan siete líneas de colectivos: seis de ellas por tramos (34, 53, 99, 109, 110 y 172) y sólo una lo recorre en su totalidad (166). Se estima que transporta alrededor de 100 mil pasajeros por día (la mitad de los que usan el de la 9 de julio) y cerca del 40% lo transita de un extremo al otro.