La instalación del primer bar en un parque de la Ciudad continúa generando polémica con los vecinos que, desde que se sancionó el año pasado la ley que los habilita, se oponen a la idea de que se concesione una parte del espacio público. En este caso, se trata del bar que el gobierno porteño pretende abrir en el parque Chacabuco, uno de los principales pulmones verdes de la Capital Federal. Con la puesta en funcionamiento de las denominadas “áreas de servicio” en plazas y parques que tengan más de 50 mil metros cuadrados, a partir de la aprobación de la Ley 4.950 por parte de la Legislatura porteña en mayo de 2014, la administración macrista propone generar una mayor oferta de actividades en esos espacios públicos, entre las que se incluyen servicios de expendio de comidas y bebidas. El bar que se quiere implementar en el parque Chacabuco ocupará una superficie de 90 m2 y contará con un sector de mesas y sillas, y una cocina integrada donde se venderán alimentos “saludables” y bebidas envasadas. La venta de bebidas alcohólicas estará prohibida. También tendrá un área de servicios sanitarios con acceso independiente. Según pudo averiguar PERFIL, su apertura se prevé para principios del año que viene, luego de la adjudicación del concesionario que se definirá en las próximas semanas. Su construcción demorará unos cinco meses y demandará una inversión de casi $ 5 millones. “La estética del edificio buscará integrarse con el entorno adoptando un estilo similar al de los parques de principios del siglo pasado”, señaló una fuente del Ministerio de Espacio Público. El diseño lo lleva adelante la Dirección General de Regeneración Urbana. Si bien aún no está definido el lugar donde se montará el bar, se presume que será en el acceso del cruce de la avenida Asamblea y la calle Emilio Mitre.
Reclamos. “Desde su fundación, el parque perdió más del cincuenta por ciento de su espacio verde original. Pasó de las veinte hectáreas que diseño el paisajista Carlos Thays en 1903 a las ocho que tiene actualmente. No necesita un bar”, aseguró Margarita Compañez, integrante de la Asamblea del Parque Chacabuco. “Repudiamos cualquier instalación en el parque que no sea más verde. Con los años, se instalaron cuatro escuelas, un polideportivo, un anfiteatro; y lo cruza una autopista. No hace falta seguir poniendo cemento”, agregó la vecina a este diario. La férrea oposición de los asambleístas no sólo demoró la instalación del bar, sino que derivó en la presentación de un proyecto de ley por parte del diputado socialista Adrián Camps (PSA), en el que pide que se exceptúe al parque Chacabuco de la Ley 4.950. “Parece más un capricho que la prestación de un servicio. Bajo la autopista ya existe un bar, que es una concesión del gobierno de la Ciudad. No hace falta otro”, puntualizó el legislador porteño.
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Otras aperturas. Si bien no existe un organigrama oficial de apertura de bares en los espacios verdes de la Ciudad, se estima que el próximo será el del parque 3 de Febrero, en la ex Casa de la Juventud, junto al Jardín Japonés.
