Gabriel Cartaña, expsicólogo de Nahir Galarza, la joven de 19 años condenada a prisión perpetua por el crimen de su exnovio, Fernando Pastorizzo, habló este miércoles sobre la personalidad de la chica: "Ella tiene una madurez emocional de una chica de 10 años, y se cree más brillante de lo que es”, sentenció.
“Nahir es una chica muy inmadura que tienen una madurez emocional, de una chica de 10 u 11 años. no es muy brillante, pero tampoco es tonta. Tiene una sobreestimación de su capacidad intelectual, se cree más brillante de lo que es, sobrevalúa su capacidad intelectual . Ella cree que tiene una capacidad de manejar a los demás pero no la tiene" , detalló el letrado en declaraciones a C5N. El profesional se entrevistó con la condenada en dos oportunidades mientras estuvo detenida.
Por qué la pena a prisión perpetua a Nahir Galarza es una sentencia histórica
"Lo que sí, lo manejaba a Fernando (Pastorizzo) porque era un vínculo disfuncional. Ella lo manipulaba mucho, estamos hablando de una relación de 4 años donde se chicaneaban en un juego disfuncional. hay un juego que se llama el triangulo dramático”, agregó. Asimismo, sostuvo: “Ella está arrepentida de lo que hizo, pero por las consecuencias. Sabe que se metió en un berenjenal y que complicó la vida de su familia, su abuela, su hermano discapacitado. Pero en ese entonces no tomaba real dimensión del hecho, al margen de la condena”.
En ese marco Cartaña explicó que lo que la defensa de Galarza le debe haber recomendado a la joven que no se disculpe durante el juicio: “No podés pedir perdón porque si pedís perdón, admitís culpa”, precisó.
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A su vez, el psicólogo opinó acerca de la edad de la condenada y su futuro tras las rejas: “No ha terminado de conformar su personalidad por la edad que tiene. Con 19 años va a ir a población carcelaria común y sino le cambia la pena va a salir a los 54 años, por lo tanto Nahir se va a hacer en prisión. Con la personalidad en formación que tiene para el lado que está yendo, en un ámbito como el carcelario puede salir como ‘Pepita, la Pistolera’, convengamos que es un caldo de cultivo la prisión”.
