SOCIEDAD

Falleció el cura que misionaba en parapente

El "Padre Chifri" realizó una extensa obra en Salta. En 2004, un accidente lo dejó postrado, pero logró recuperarse. Fotos. Galería de fotos

El padre Sigfrido Maximiliano Moroder, más conocido como Padre Chifri,
| Cedoc

El padre Sigfrido Maximiliano Moroder, más conocido como "Padre Chifri", falleció esta mañana a causa de un paro cardiorrespiratorio, tras varios años de lucha contra las consecuencias de un accidente que sufrió al caer de un parapente que utilizaba para misionar en el norte de Salta.

Se levantó bien temprano, como todas las mañanas, para realizar sus ejercicios de rehabilitación. Desayunó y, de pronto, sufrió una descompensación, según contaron sus allegados. Se encontraba en la casa de unos amigos en la localidad de San Lorenzo.

Desde hace siete años, Moroder mantenía una tenaz rutina para recuperarse de un serio accidente. En 2004, manejaba un parapente cuando un remolino hizo que perdiera el control y cayera desde 40 metros de altura. Los médicos le dijeron  que no volvería a caminar. Pero no le importó. La Iglesia fue su gimnasio: armó aparatos de rehabilitación “caseros” y estuvo dos años y medio con algunas jornadas de cinco horas diarias de rehabilitación.

Logró caminar con muletas y transportarse con un cuatriciclo. Así pudo seguir con su obra en su Fundación El Alfarcito, fundar la primera escuela secundaria albergue de montaña, crear un sistema de trueque comunitario y escribir Después del abismo, un libro con su experiencia.

Había comenzado a dar charlas por distintas provincias dando aliento a toda aquella persona que no podía “encontrar su luz en el camino”. Su mayor preocupación era ayudar a los pobladores de la zona de Rosario de Lerma y pueblos aledaños en Salta, con emprendimientos para que no abandonen la montaña.

Nacido en Buenos Aires en 1965, despertó su vocación religiosa en el último año del secundario, en el Colegio Guadalupe de los Misioneros del Verbo Divino. Ingresó al Seminario en 1984. Diez años después se ofreció como misionero. En 1999 llegó a Salta, donde fue destinado a la Quebrada del Toro.

(*) Especial para Perfil.com

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