Guillermo Vilas anda atareado. Hace diez días que el mecánico no le soluciona un problema con su auto y tiene que viajar a Buenos Aires para luego irse a Australia. Este verano le toca correr como en sus tiempos de tenista. Con el auspicio de la gobernación de Daniel Scioli, se lanzó a dar una serie de clínicas especializadas por la costa bonaerense.
Está apurado, pero con la charla se distiende en el renovado Hotel Provincial de Mar del Plata. Su mujer, la bella tailandesa Phiang Phathu, actúa como una asesora de lujo. "Tenemos tiempo", "Yo me encargo del auto", "Hacele caso al fotógrafo que sabe", recomienda en un dulce tono inglés para aplacarle la ansiedad.
Noticias: ¿Cómo surgió esto de hacer clínicas de tenis?
Guillermo Vilas: Fue una idea de Scioli. Me dijo que quería usar el tenis porque creía que tiene gancho y le respondí que yo quería hablar de la seguridad y de las drogas. Armé un borrador y le encantó. Hablo de los problemas y la gente pregunta mucho. Hay zonas de la provincia donde están las canchas de tenis o de deportes, que son inseguras. Propuse hacer un relevamiento zonal y mando informes.
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