SOCIEDAD
Convierten su embarcacin en vivienda permanente

Hogar dulce barco, la nueva tendencia 100 % natural

Privilegian la tranquilidad de la vida naútica por encima de la comodidad de la tierra firme. La mayoría son hombres solos, divorciados, separados o viudos. Más información en la Edición Impresa.

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| Mariano Soliari

Vivir en una embarcación es una experiencia bastante habitual en Europa y Estados Unidos, pero no tanto en nuestro país. Sin embargo, cada vez hay más gente que decide convertir su barco en hogar permanente y privilegiar la tranquilidad de la vida náutica por encima de la comodidad de la tierra firme.

Luciano vivía en un amplio departamento. Pero hace veinte años lo vendió y se fue a vivir junto con su esposa a un velero mediano en un club de San Fernando. “El Centro es un infierno, no lo extraño para nada. Aquí no hay bocinas ni gritos”, dice.

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Según Luciano, la vida cotidiana no es demasiado diferente a la vida en tierra firme. “Es como una casa, la diferencia es que es un espacio más pequeño”, dice. Tanto él como su mujer trabajan y regresan al barco por la noche, donde cenan como cualquier familia. Aunque  la tranquilidad y el silencio a la hora de la vuelta al hogar son una gran diferencia.

La mayoría de los que optan por este modo de vida son hombres solos, divorciados, separados o viudos. Hay pocos casos de convivencia en pareja, como el de Luciano, y todavía menos de mujeres.

Adriana es una excepción. Tiene 53 años, y vive desde hace 15 a bordo de un barco clásico de madera, de 12 metros. "Te tiene que gustar estar en contacto con la naturaleza", comenta.