SOCIEDAD
Mientras esperan el casamiento de los "chicos"...

Hubo boda en la familia real y Harry divirtió a todos

El más divertido de los príncipes llevó a su novia, Chalsey Davy, y se la presentó a la Reina. Guillermo pegó el faltazo y mandó a Kate Middleton. Galería de imágenes. Galería de fotos

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| AFP

Casi toda la familia real británica se reunió ayer en el castillo de Windsor, en Londres, para la primera boda de un nieto de la reina Isabel II. El enlace de Peter Philips, el hijo de 30 años de la princesa Ana, con la canadiense Autumn Kelly, de la misma edad, fue considerado además en medios británicos " un ensayo" para otras esperadas bodas de nietos de la reina, los herederos Guillermo, de 25 años, y Harry, de 23.

La reina Isabel II asistió a la boda luciendo un vestido gris plata con guantes y un bolso negros. Sin embargo, el príncipe Guillermo se disculpó ya hace tiempo con su primo y no estuvo presente en la ceremonia de la tradicional capilla de San Jorge.

El número dos en la línea de sucesión al trono después de su padre, el príncipe Carlos, cumplió una promesa y viajó a la boda de un amigo en Kenia. El hecho de que el príncipe sea representado en Windsor por su novia Kate Middleton fue interpretado por expertos en asuntos reales como otra señal de que la joven de 26 años es aceptada en la familia real como futura esposa de Guillermo.

Para la novia del príncipe Harry, la estudiante de derecho Chelsey Davy, de 22 años, oriunda de Zimbabwe, la boda de Philips y Kelly significar su primer encuentro con la reina. Según el Daily Mail, la joven llevaba días muy nerviosa ante este acontecimiento.

En la ceremonia, la rubia novia llevó un vestido de encaje de la diseñadora Sassi Hodford y una diadema prestada por su suegra. Peter Philips, que trabaja en el Banco Real de Escocia, y la asesora de empresas Autumn Kelly se conocieron en 2003 en el Gran Premio de Montreal. El trabajaba entonces en el equipo de Fórmula 1 de BMW y ella como azafata en la sala de recepción de BMW.

Para que su marido no tuviera que renunciar a sus derechos sobre el trono, la canadiense se pasó de la Iglesia católica a la anglicana. Una ley de 1701 determina que los herederos a la corona pierden sus derechos si se casan con una católica.

De todas maneras, para Philips, que ocupa el décimo primer lugar en la línea de sucesión, no existen perspectivas realistas de convertirse en rey algún día. La boda se vio ensombrecida por las críticas a la venta de la exclusiva a una revista del corazón. Según los medios, Hello! pagó medio millón de libras por las fotos del enlace.

Fuente: DPA