El conflicto rural más largo de la historia argentina tiene sus momentos difíciles y sus momentos graciosos, de distensión. No es sencillo pasar días a la vera de la ruta sin sentirse aburrido. Para vencer al hastío, el humor es un incondicional aliado y, además, una manera original de protestar.
El parafraseo perfecto de "las paredes hablan", en versión rural claro está, podría ser "las tranqueras hablan". En ellas se cuelgan consignas graciosas como "Estancia la Kristina a Capital Federal". Así, con federal tachado en alusión al centralismo que denuncian las entidades del campo en torno a la política agropecuaria.
Más allá de la seriedad del tema, los hombre de campo se tomaron el paro con humor y hasta llegaron a colgarle pancartas a dos burros que era el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, y el ex ministro de Economía, Martín Lousteau.
Dos meses es mucho tiempo y, en el interín, han pasado decenas de chascos y bromas chacareras que apuntan al Gobierno: desde comparaciones entre el precio del mini cooper de Florencia Kirchner, la hija presidencial, y el de una 4 x 4, hasta una cosecha de dinero por las retenciones, han generado las risas del campo y sus seguidores.
Un festín se hizo el campo con el furcio de la presidenta que llamó a la soja como un yuyo también fue objeto de bromas, así como su lapidario "tengo aguante", frase de cancha si las hay, que lo único que hizo fue embarrar aún más el área chica del diálogo.
Lejos del humor, un mail que está circulando en la web insta a los pueblos del interior rural a la reflexión con datos concretos. En 13 localidades donde hoy se quiere linchar a la presidenta, el 28 de octubre cosechó un promedio de 40% de los votos. Lea el mail completo .