El ex obispo de Orán, Gustavo Oscar Zanchetta -quien había sido trasladado por el Papa al Vaticano-, fue imputado por el delito de abuso sexual continuado agravado a dos seminaristas y la justicia resolvió además que el sacerdote no pueda salir del país y ordenó retener su pasaporte, informaron hoy fuentes judiciales.
Acompañado por su defensor oficial, Zanchetta se presentó ayer ante la fiscal penal Mónica Viazzi, interina en la Fiscalía Penal de Violencia Familiar y de Género de Orán, y se negó a declarar.
Fuentes judiciales confiaron a Télam que el obispo habría llegado ayer al país desde Roma, a donde no podrá regresar hasta que se defina su situación judicial.
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A pedido de la fiscal, el juez de Garantías 2, Claudio Parisi, resolvió imputar a Zanchetta por el delito de abuso sexual continuado agravado por ser cometido por un ministro de culto religioso reconocido a dos seminaristas cuando era obispo de Orán. Por los mismos delitos, el sacerdote también enfrenta una investigación canónica.
La justicia ordenó también que el próximo 12 de junio el ex obispo sea sometido a una pericia psicológica y le impuso la obligación de fijar domicilio dentro del país y concurrir a todas las citaciones, y abstenerse de "acercarse a las víctimas o a su grupo familiar".
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Por orden expreso del juez, el ex obispo tiene "prohibición de ejercer cualquier tipo de agresión física o psicológica respecto de las víctimas".
En diciembre de 2017, Zanchetta, quien pertenece a la Orden Franciscana de los Frailes Menores Capuchinos, fue designado por el Papa Francisco como consejero en la Administración del Patrimonio de la Santa Sede Apostólica APSA, denominada la "inmobiliaria" del Vaticano ya que administra más de cinco mil propiedades en todo el mundo.
EA