Como consecuencia de lo que sería un nuevo caso de “gatillo fácil”, el ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, a través de la Jefatura Departamental de La Plata, dispuso la intervención de la comisaría de Los Hornos y la separación de la fuerza de cinco policías que prestaban servicios allí, de los que dos quedaron detenidos acusados de homicidio simple y los restantes serán procesados por encubrimiento.
Los dos efectivos separados están sospechados de ser los responsables del asesinato de un joven de 17 años, quien recibió un disparo en la cabeza cuando era llevado en un patrullero. Tras ser avisado 12 horas después del crimen por la propia Policía, el padre del muchacho desató toda su furia frente al edificio de la comisaría, rompiendo algunos vidrios y amenazando con una “barriada” para vengar la muerte de su hijo.
El ministerio de Seguridad identificó a los agentes desplazados como los sargentos Santiago Constantino Regalía, sospechado de ser el autor del disparo que dio muerte al joven, y Christian Aníbal Gutiérrez, ambos numerarios de la comisaría tercera de Los Hornos.
El episodio se inició esta madrugada cuando, con aparentes fines de robo, un joven de 17 años entró a una vivienda de la calle 66 y 173 de Los Hornos, cuyo propietario es un policía que tras identificarse como tal lo detuvo.
Según fuentes del caso, el policía llamó a la comisaría de Los Hornos para denunciar el hecho, desde donde se envió un móvil con los dos agentes para trasladar al joven detenido. En el trayecto, se produjo un confuso episodio en el que el muchacho recibió un disparo en la nuca que le provocó la muerte.
Los policías alegaron no haber revisado bien al detenido, que según ellos llevaba un revólver con el que los habría amenazado durante el viaje y que en el consiguiente forcejeo se accionó accidentalmente, provocando la muerte del joven. Sin embargo, la versión contrasta con dichos de testigos que señalaron haber visto a la víctima entrar esposada al patrullero.
La causa quedó a cargo de los fiscales Sergio Delucis y María Laura De Gregorio, quienes ordenaron la detención de Regalía y Gutiérrez y la realización de una serie de pericias para determinar de qué arma partió el tiro y si se produjo o no en forma accidental.
Fuente: DyN