Fue por pura casualidad, y nada de causalidad. Es más, como no se conocen ni comparten amistades en común, ni siquiera se advirtieron mutuamente. Sólo el historial sentimental las emparienta en un punto: ser las dos últimas mujeres de Mauricio Macri (49). Y esa particularidad levantó el avispero cuando ambas coincidieron en un mismo desfile, el de Evangelina Bomparola. Fue quizá la propia diseñadora, sin proponérselo, la que lo provocó. Intima amiga de Isabel Menditeguy, le pidió a los PR del Grupo Mass que la inviten como siempre. Y también les solicitó que convocaran a María Laura Groba, la pareja del jefe de Gobierno de la Ciudad. Así se abrieron las puertas del curioso encuentro, el primero entre ambas durante una reunión social.
La primera en llegar fue “Malala”, quien había confirmado su presencia tanto en este desfile como en el de Laurencio Adot, los únicos que presenció en la dos semanas de Buenos Aires Alta Moda. Muy canchera con jeans, blusa con jabot y abrigo a la rodilla, se sentó en uno de los extremos de la pasarela, en primera fila, al lado de Rosella della Giovampaola y la actriz Valeria Bertuchelli. Sin despegarse jamás de su moderno celular, tomó nota mental de la colección verano 2009, llamada Funky (una especie de homenaje a los diseños emblemáticos del recordado Yves Saint Laurent), con mucha presencia del tono coral. A varios metros de ella, en la misma fila, se ubicó Isabel, delgadísima y fiel a su estilo sexy-moderno: falda mini de seda negra con blusa del mismo tono, más abrigo de brocato que llevó en sus manos. La ex novia de Mauricio hizo valer la localía de tantos años compartidos con Bomparola, ex pareja de Franco Macri, y miró el desfile junto al marido de la diseñadora, Juan Pons.
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