La Iglesia reclamó este domingo al Gobierno nacional que declare la "emergencia nacional en adicciones", para evitar más muertes de jóvenes a causa de las drogas, y advirtió que la problemática del consumo es "un espiral destructivo que se lleva la vida de miles de chicos".
El documento, en el que se pide que los pacientes que necesitan medicamentos a base de cannabis "puedan tenerlos", fue dado a conocer al término de la reunión de delegados diocesanos de la Comisión Nacional de Pastoral de Adicciones y Drogadependencia, que desde ayer sesionó en una casa salesiana de Ramos Mejía y presidió el sacerdote José María "Pepe" Di Paola.
"Por todas las muertes y tragedias familiares a lo largo de todo el país, por el padre Juan Viroche y todos los que dan la vida en esta lucha es que este equipo pide la sanción de la emergencia nacional en adicciones y reclama a todos los niveles del Estado, medios y religiones se comprometan en este reclamo que no puede esperar", aseveró la Comisión, y agregó: "Ni un pibe menos en Argentina por causa de la droga".
"No queremos la droga en nuestros lugares y apoyamos todos los esfuerzos para erradicar el narcotráfico, pero sería bueno poner el foco en los circuitos financieros, porque el narcotráfico también tiene CEOs que saben tanto de drogas como de comunicación y lobby", sostuvo la Iglesia en el documento.
La Iglesia consideró que en este contexto es "impostergable escuchar la voz de pibes con epilepsia refractaria que en el aceite de cannabis encuentran medicina y que le corresponde al estado proveerla gratuitamente". Los delegados diocesanos cuestionaron también la perspectiva represiva para abordar el problema del consumo de estupefacientes.
"La respuesta que se sigue dando es con un fuerte enfoque en la represión a los sectores más vulnerables, basta con comparar el presupuesto del Ministerio de Seguridad con el de la Sedronar; si no ofrecemos oportunidades no alcanza con perseguir al narcotráfico, sobre todo hay que cuidar a los pibes", alertaron.
Asimismo, los religiosos aseguraron que el problema de las adicciones es "preocupación en este momento de la Patria", y sostuvieron que "no se trata de un gobierno u otro, sino un problema que fue creciendo y es un espiral destructivo que se lleva la vida de miles de chicos". "Cotidianamente llegan a nuestras parroquias muchos pibes, gurisas, changos y chinitas faltos de oportunidades, y en los pueblos más chiquitos para ver un especialista hay que recorrer hasta 200 kilómetros", puntualizaron. "Debemos sincerarnos, y también discutir nuevos métodos para incluir y brindarle oportunidades genuinas a un millón de pibes que ni estudian ni trabajan", demandaron.
Asimismo, reiteraron la postura de la Iglesia en contra de las "políticas liberales que reclaman el derecho de cultivar, tener o consumir drogas".