SOCIEDAD
investigacion de una red social especializada

La mitad de los hombres cree que la infidelidad es genética

En Argentina, el 52% de los usuarios de Ashley Madison dicen que engañan porque sus padres lo hacían. Científicos estudian un gen.

Ellas. Sólo el 34% de las mujeres dijo que perdonaría un engaño.
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La infidelidad es genética. Así lo asegura una encuesta realizada por Ashley Madison, la red social para infieles, que tras sondear a sus usuarios en todo el mundo determinó que el 54% de los hombres infieles tuvo un padre que también lo fue alguna vez, mientras que en el caso de las mujeres la inclinación se mantiene en 41%. En Argentina, en tanto, más de la mitad de los hombres que participan de esta red social –y, por lo tanto, se atribuyen la infidelidad– también admiten que sus padres lo fueron.
Ciertos científicos en el mundo afirman esta teoría. En Praga, el doctor Jan Havlicek presentó un estudio con sus colegas de la Universidad Charles, donde trabaja, en el que aseguran que la infidelidad es un patrón que se repite generación tras generación. En entrevistas a 86 parejas donde se analizaron sus vínculos de confianza, su actitud hacia el sexo y sus antecedentes familiares, descubrió que los hombres infieles habían tenido padres que también lo fueron.
“Se hicieron varios estudios sobre el tema. Una de las cosas que descubrimos, por ejemplo, es que hay personas que tienen una variante en un gen, el DRD4, que demuestra que toman riesgos independientemente de la situación, y son las más propensas a ser promiscuas o infieles”, explica a PERFIL el médico especialista en patología y genética Jorge Dotto, que trata el tema en su libro Genética. “Hay ciertos controles de la voluntad que hacen que cuando uno se siente atraído por la otra persona no decida tener un acto de infidelidad, porque decide que ama a la otra persona, que está bien con su pareja, o que no sabe cómo manejar el momento posterior, o mentir. Hay un mandato cultural”, dice. Aunque agrega que “que la infidelidad sea genética tampoco tendría que llamar tanto la atención, porque el ADN tiene información para todas las funciones de nuestro cuerpo”.

Locales. En la encuesta que Ashley Madison hizo a sus usuarios argentinos, se determinó que la infidelidad comienza más entre los 30 y 40 años, aunque cuando se les preguntó si habían nacido infieles o se habían convertido en tales, el 64% de las mujeres aseguró que se hicieron “tramposas” a lo largo del tiempo, pero la mayoría de los hombres, en cambio, creen que “nacieron” así.
La contradicción llega a la hora de saber si perdonarían una infidelidad, aun siendo ellos mismos infieles: sólo el 34% de las mujeres dijo estar dispuesta a perdonarlas y, de ese porcentaje, 15% aseguró ya haber perdonado. En el caso de los hombres, apenas el 25% perdonaría a su pareja. “Sé que es injusto, que está mal porque si yo lo hago a ella también puede pasarle, pero no lo puedo explicar: no perdonaría y punto”, dice Rafael, separado y en pareja nuevamente. “Yo perdoné porque en ese momento estaba enganchada con alguien más”, dice por su parte Marina, una usuaria de 40 años.