A punto de cumplir 82 años, se desplazó muy lentamente debido a un aparatoso andador, aliado obligatorio desde que hace un año y medio le realizaron una compleja intervención quirúrgica en la rodilla derecha en el Instituto del Diagnóstico, de esta Capital, como consecuencia de una antigua lesión sufrida durante una caída mientras esquiaba en el cerro Bayo, en Villa La Angostura.
Jorge Zorreguieta recorrió los 300 metros que separan el estacionamiento del palco VIP del Campo Argentino de Polo en compañía de su mujer, María del Carmen Carricat. Más allá de su acentuada dificultad para desplazarse, el padre de Máxima (38), la princesa de Holanda, cumplió con el ritual de todos los años, presenciar las instancias finales del campeonato del mejor polo del mundo.
La nota completa, en la última edición de la Revista Caras .
