La sangre encontrada en los domicilios de los hermanos de las monjas detenidas no es de la maestra Beatriz “Betty” Argarañaz.
Se trata de cuatro manchas de sangre que la Policía encontró en los domicilios de Luis Fernández, el hermano de Nélida Fernández, y de Azucena Guzmán, la hermana de Susana Acosta.
Nélida Fernández y Azucena Guzmán son dos ex monjas y están detenidas por la desaparición de la maestra.
La apertura de los sobres con el resultado del análisis del ADN de las muestras de sangre se realizó esta mañana en el Colegio de Farmacéuticos y Bioquímicos de Buenos Aires, en donde se realizó el estudio.
Del acto participaron el fiscal Adriana Gianonni y los abogados de las partes. El abogado querellante Leonardo Coria señaló que solicitarán la elevación a juicio previo pedido del cambio de calificación.
"Consideramos que la causa está avanzada para solicitar una elevación a juicio por homicidio y no por privación ilegítima de la libertad y ocultamiento de persona", señaló el letrado a la radio Independencia de Tucumán.
Los resultados "nos dan una tranquilidad procesal porque de haber arrojado positivo nos encontraríamos en una disyuntiva de dónde estuvo primero Beatriz", dijo Coria
La principal hipótesis sigue siendo que el móvil del presunto homicidio serían las diferencias laborales entre Argañaraz y Acosta, compañeras del colegio Padre Roque Correa y en donde Betty iba a asumir como directora.
La que querella cree que la maestra fue asesinada en el departamento de las ex monjas. La docente desapareció el 31 de julio pasado cuando salió de su casa rumbo al establecimiento educativo.