Desde bien temprano el frío se adueñó de la Ciudad de Buenos Aires y todo el resto del país. Pero no vino sólo. Llegó acompañado de una intensa tormenta que en algunos puntos de la Argentina se transformó en nieve o agua nieve. Y no todos pudieron refugiarse. Esta vez, ni la Casa Rosada se salvó de la furia del viento.
Como lo muestran las fotos que ilustran esta nota, el edificio ubicado en Balcarce 50 sufrió la tormenta que azotó al país. Primero fue un postigón, uno de los tantos que están ubicados en las ventanas de la Rosada. Luego, fue el turno de uno de los farolitos que están en la puerta del edificio. En ambos casos, no hubo que lamentar heridos.
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